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La teoría de la partida doble es una herramienta intuitiva y efectiva para mantener registros financieros precisos y equilibrados, y resulta fundamental en la formación de profesionales en el ámbito financiero y empresarial. En este artículo, te explicaremos en qué consiste la teoría de la partida doble en Contabilidad, cuándo se creó la partida doble y los antecedentes de la partida doble, así como las principales reglas de la partida doble en contabilidad. ¿Vamos?
El concepto de teoría de la partida doble es un principio fundamental en el sistema de contabilidad moderna que fue creado por el religioso y matemático italiano Luca Pacioli a finales del siglo XV. En cuanto teoría, esta establece que cada transacción financiera afecta siempre a al menos dos cuentas, en las que se considera un débito y un crédito, lo que quiere decir que debe haber un equilibrio entre los registros contables.
Esto es, cada operación tiene un efecto en las cuentas de una empresa, por lo que deben estar adecuadamente registradas para garantizar la exactitud e integridad de la información financiera. Asimismo, proporciona una base sólida para la elaboración de estados financieros y la toma de decisiones en el ámbito empresarial.
Entonces, la partida doble consiste en registrar en el libro diario todas las operaciones a medida que estas van ocurriendo, lo que implica a su vez pasarlas al libro mayor, puesto que de esta manera se pueden realizar los estados financieros anuales. Como herramienta, se entiende como la visualización de una balanza en la que el débito y el crédito deben encontrarse en el mismo nivel, de ahí que sea importante prestar atención a sus principios.
Las cuentas se apuntan en lo que se conoce hasta ahora como la cuenta “T”, es decir, una distribución en la que tradicionalmente el “debe” se coloca a la izquierda y el “haber” en la derecha, esto en una suerte de cuadro de dos columnas.
La teoría de la partida doble se basa en varios principios fundamentales que guían el proceso de registro de las transacciones financieras en la contabilidad. Estos son:
No hay deudor sin acreedor, ni acreedor sin deudor.
Quien recibe es deudor y quien entrega, acreedor. En otras palabras, todo lo que se recibe se debita y lo que se entrega se acredita.
El total de débitos debe ser igual al total de créditos, es decir, una igualdad entre el deber (fuentes de los recursos) y el haber (recursos disponibles).
Las partidas de la misma naturaleza se registran en las cuentas correspondientes. Esto es, lo que se debita por una cuenta debe acreditarse por la misma cuenta o viceversa.
Las pérdidas se debitan y las ganancias se acreditan.
Las cuentas se debitan ante el aumento del activo, la disminución del pasivo y la disminución del patrimonio neto. Aquí se puede discurrir en torno de las pérdidas.
Las cuentas se acreditan ante la disminución del activo, el aumento del pasivo y el aumento del patrimonio neto. Aquí se puede discurrir en torno de las ganancias.
Estos son los principios de la ley de la partida doble que debes tener en cuenta para entender el concepto de dualidad económica.
Como decimos, el concepto de doble asiento en contabilidad es el registro contable que involucra al menos dos cuentas. En concreto, un asiento contable en la partida doble tiene las siguientes características:
Dualidad. Cada asiento contable implica al menos un débito y un crédito en cuentas diferentes, lo que garantiza un equilibrio en los registros financieros.
Registro cronológico. Los asientos contables se registran en orden cronológico, lo que facilita el seguimiento de las transacciones financieras a lo largo del tiempo y la identificación de tendencias y patrones en la actividad financiera.
Estructura clara y organizada. Los asientos contables en la partida doble siguen un formato específico que incluye la fecha, las cuentas afectadas, la descripción de la transacción, y los montos de los débitos y créditos.
Transparencia y trazabilidad. Los asientos contables en la partida doble proporcionan una visión clara de las transacciones financieras, lo que facilita la auditoría y el control interno de la empresa.
Como todo documento contable, el asiento debe ser explícito y claro, así como debe cumplir con los siguientes requisitos:
Fecha. Se debe consignar la fecha en la que se ha registrado la operación, ya que esto funciona como prueba del inicio de las operaciones.
Número. Como las empresas cuentas con diversas operaciones, cada asiento debe estar número de manera consecutiva al que le precede; es decir, entre los asientos contables, es importante un orden cronológico.
Cuentas afectables. Cada una de ellas debe contar con un nombre.
Cargos y abonos. En la columna que corresponde, se deben consignar las cantidades correspondientes a las operaciones.
Sumas iguales. La diferencia debe ser siempre igual a cero.
Descripción. Aquí se debe tener en cuenta todo lo relacionado a la operación, es decir, en qué consistió esta, el tipo, el folio del documento (notas, facturas, entre otros) e información de la manera en que se pagó la operación (efectivo, transferencia, cheque, entre otros).
Entonces, en suma, el sistema de partida doble debe contar con al menos los siguientes elementos: nombre, código, valor negativo y valor positivo.
El concepto de partida doble como tal no surge hasta finales del siglo XV de la mano de Luca Pacioli. Sin embargo, los antecedentes de la partida doble los encontramos muchos años antes. En concreto, ya en la antigüedad, encontramos el uso de registros contables, aunque no existiese el concepto formal de partida doble. Posteriormente, en la Edad Media, se comienzan a usar sistemas económicos y contables más estructurados y formales, en los que incluso se registraban las salidas y entradas de dinero y productos.
A finales del siglo XV, Luca Pacioli, mediante su publicación 'Summa de Arithmetica', formaliza el concepto de partida doble y sus elementos, normas y requisitos.
Desde entonces, gracias al desarrollo del comercio y la industria, se expandió el concepto de partida doble y se integró, por primera vez, a las normativas contables existentes.
Para seguir comprendiendo la dualidad económica o partida doble, es esencial atender a algunos ejemplos gráficos. En este apartado, queremos mostrarte ejemplos de dualidad económica, que sean prácticos y útiles. ¡Veamos!
EJEMPLO
Imagina que la empresa Iluminación Sánchez S.L. adquiere dos equipos por valor de 2.500 euros. En este caso, compra un producto por 2.500 euros y, a cambio, entre 2.500 euros a la empresa vendedora. ¿Se cumplen los requisitos de dualidad económica? ¡Veamos!
Un caso en el que no se produce dualidad económica es, por ejemplo, cuando se dan robos de dinero a empresas. Si a una empresa le roban 5.000 euros en efectivo, si activo disminuirá, pero sus pérdidas aumentarán, además de que no habrá obtenido nada a cambio de ese dinero. Se genera una pérdida sin retorno.
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