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El escaparatismo es una técnica de decoración y diseño de los escaparates. Un escaparate es la fachada de una tienda, es el gancho que a muchos clientes les hace picar y que representa un pedacito llamativo de lo que el cliente va a encontrarse en la tienda.
Digamos que se asemeja de alguna manera al envoltorio de una tableta de chocolate; es más probable que, de primeras, compres una tableta de chocolate con un envoltorio vistoso antes que uno con un envoltorio insípido.
El objetivo final del escaparatismo o visual merchandising es atraer más clientes y, por ende, generar más oportunidades de venta y mayor porcentaje de ingresos. Así pues, se trata de una parte de la estrategia de marketing de un negocio que ayuda a impresionar al cliente decorando un espacio limitado de forma original con los mejores productos.
Aunque el escaparatismo más popular en la mente colectiva es el de las tiendas de ropa, no es necesariamente el único. También los pequeños y medianos negocios que comercializan productos como chocolate, fruta, perfumes, maquillaje, viajes, farmacias, etc. pueden montar un escaparate personalizado y eficaz.
Tener un escaparate bien trabajado es como ir trajeado, perfumado y recién salido de la peluquería. Es una apuesta potente por potenciar la imagen de marca, suscitar un deseo impulsivo en el cliente y embelesarlo con una muestra de nuestra estética, enamorándolo a primera vista.
Así pues, el escaparatismo presenta unas ventajas significativas:
Como hemos mencionado, las tiendas de ropa o grandes almacenes que comercializan con ropa como el Corte Inglés suelen presentar escaparates muy elaborados y meditados. Esto se debe a que es un producto que se presta a las rebajas en diferentes épocas del año y por la esencia en sí de la ropa. Esto es, la ropa es, en gran parte, un estímulo visual.
No obstante, el escaparatismo en una tienda de ropa no consiste solamente en vestir maniquíes con ropa vistosa y colocarlos en poses elegantes. Debe estar todo pensado y destinado a expresar un concepto, centrándose en la mente del cliente. Esto puede extrapolarse a tiendas de otras tipologías que tengan un escaparate.
Así pues, a la hora de montar un escaparate en una tienda de ropa, deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos:
No hay un manual de instrucciones predeterminado para crear un escaparate ganador y triunfal. De hecho, los escaparates más impactantes suelen ser los que rompen los moldes de lo preestablecido. Aunque no haya nada escrito, sí hay una serie de técnicas o consejos que pueden ayudar a un profesional a ir encaminado a la hora de idear el escaparate de una tienda:
Medita los posibles ángulos de iluminación de tu escaparate, recoloca los elementos decorativos y los productos en su interior atendiendo a la proyección de luces y sombras en el espacio. Si procede, sustituye las bombillas para modificar el color o la tonalidad de los haces.
Para ello debes estar suscrito a blogs o cuentas de redes sociales dedicadas a tu sector (especialmente si es la ropa). El fin no es entretenerte, sino identificar modas emergentes que puedan atrapar la atención de la gente. Igualmente, esto presupone detectar también qué ha pasado de moda y qué no se lleva, en caso de que quieras poner al día tu escaparatismo y tu gama de productos o servicios.
Muchas tiendas dejan al lado del producto en el escaparate un cartelito con una lista de precios. Sé inteligente y coloca unos productos con precios representativos de tu negocio y tu estrategia de precios. Si tu tienda vende productos de alta gama y, por tanto, de un precio más elevado, no expongas productos con precios muy bajos.
Es más importante que atraigas a clientes correctos con intención de comprar que a clientes que se esperan una cosa y se topan con otra radicalmente diferente. Recuerda que el precio es el criterio más decisivo para todos los clientes.
¿Te falta inspiración? ¡Date una vuelta larga y mantente observador! Es imprescindible estudiar qué hacen tus competidores. Evidentemente, no se puede copiar al completo otro escaparate, pero sí puedes inspirarte en cómo han desarrollado el concepto, la decoración, la colocación de los elementos. Para diferenciarte de tu competencia, primero tienes que conocerla.
En muchas ocasiones, en la austeridad está la virtud. Aunque pongamos mucho énfasis en la originalidad y en la innovación, no se ha de pecar de enrevesado ni de barroco en el escaparatismo. De hecho, las tendencias de diseño actuales van a contracorriente de la saturación de elementos. Es psicológicamente más relajante para la vista del público el disponer de espacio respirable que exponer un escaparate repleto de decoración. En definitiva, no todos los escaparates han de lucir como un circo ambulante.
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Cristina Polo Calvo
COPYWRITER
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