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Si has estudiado alguna materia relacionada con la gestión empresarial, sabrás que el 90% de las decisiones que tomamos no son racionales, sino emocionales, aunque parezca lo contrario.
Según la Asociación de Usuarios Financieros de España, establecen el origen de los conceptos relacionados con la Psicología financiera a las finanzas del comportamiento, que son los mecanismos psicológicos que se desencadenan desde que planeamos una inversión hasta que la ejecutamos.
Esta forma de estudiar la economía teniendo se basa en la Economía del Comportamiento o Economía Conductual, que se teoriza sobre la influencia de las emociones en las finanzas
Si te apasiona la mente humana y los negocios, echa un vistazo a las formaciones que te recomienda nuestro equipo de profesionales. En ellas profundizarás en la psique de las personas que se dedican al convulso mundo de las finanzas.
Las situaciones de estrés y responsabilidad que sufren los profesionales de la economía, cuya tarea es mejorar el rendimiento económico de las organizaciones, es altísima, tanto que es muy común que se desarrollen estados de ansiedad o depresión.
La psicología financiera es determinante para la gestión empresarial, esta tiene como objetivo estudiar cómo la economía influye en los factores macroeconómicos y estos, a su vez, en el comportamiento social. También ocurre a la inversa, que el sentimiento económico de la sociedad influye en la actividad económica de una región o país. Por ejemplo, las economías domésticas, son la suma de millones de familias que, al final, conforman una sociedad.
La Psicología financiera también aparece en forma de tomas de decisiones en el sector empresarial, según el sentimiento generalizado, los directivos se sentirán más o menos seguros a la hora de invertir o abrir nuevas líneas de negocio, por lo que sí, la Psicología de las finanzas acaba afectando a la economía general.
Uno de los campos donde también es esencial tener en cuenta los aspectos de la Psicología es en las inversiones. Para entender el mecanismo, los psicólogos establecen ciertos sesgos que se deben evitar para no cometer errores.
La inteligencia emocional se define como el conjunto de habilidades para gestionar emociones que van a determinar el comportamiento de una persona. Esto incluye reacciones, actitudes, forma de afrontar diferentes escenarios y la comunicación.
La habilidad de gestionar nuestros sentimientos y focalizarlos hacia el objetivo empresarial es de las más importantes que un emprendedor o directivo puede incorporar a su lista de softskills. Por medio de las emociones se pueden tomar decisiones con mayor objetividad, mejorar la productividad, adaptarse mejor a los cambios, mejorar el trabajo en equipo e invertir sin que factores como el estrés, el miedo o la ansiedad influyan.
Por ejemplo, el miedo es una de las emociones que más sienten los inversores, según el neurólogo y autor de “El Cerebro del Inversor”, Pedro Bermejo, afirma que: "Cuando nuestro cerebro interpreta riesgo, se activan unas zonas cerebrales que harán que nos vayamos corriendo". También se explica cómo en situaciones difíciles, los inversores deciden retirar la inversión en el peor momento posible.
El “efecto manada” es otro síntoma psicológico de los inversores. Consiste en invertir donde y cuando lo hacen los demás, lo que acaba provocando una burbuja que deteriora el nicho de mercado que se esté explotando.
La Psicología financiera trabaja todas estas emociones para hacer que el proceso de inversión sea lo más natural, seguro y fluido posible.
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