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Todo sobre la lectura rápida y su definición

Todos sabemos que la lectura es pasar la vista por un texto y comprender lo que dice. Pero, alguna vez te has preguntado cómo lees y qué tan rápido lo haces. La lectura rápida y su definición, está relacionada a la lectura veloz, o a un conjunto de técnicas que se realizan para aumentar la velocidad de palabras al momento de leer. Interesante, ¿no es así? Entonces sigue leyendo para que puedas aprender más al respecto.

Ten presente que leer de una forma veloz puede resultar de mucha utilidad para cualquier tipo de carrera que estés cursando o incluso para cualquier oficio que realices. Por supuesto, en este artículo te hablamos mucho más sobre esta excelente habilidad que puedes desarrollar.

¿Qué encontrarás aquí?

1. Todo sobre la lectura rápida y su definición
1.1. Lectura rápida y su definición
1.2. ¿Cómo saber cuántas palabras leo?
1.3. 6 estrategias para realizar una lectura rápida
1.4. Una escuela para lectores
2. Cursos especializados en Lectura rápida

Lectura rápida y su definición

Sus orígenes se remontan en la Primera Guerra Mundial cuando los pilotos requerían distinguir cuál avión se avecinaba, ganando segundos importantes en el combate. De esto se ideó el "método taquitoscópico", que consistía en presentar a una persona imágenes luminosas durante un tiempo breve, con el fin de experimentar y medir sus modalidades de la percepción. Luego, en 1960 se realizaron diferentes estudios sobre la velocidad de la lectura o la lectura rápida y su definición, elementos que avalaron que el entrenamiento adecuado de los ojos es posible; en consecuencia, sí se puede aumentar la velocidad de palabras leídas en un tiempo prudencial.

Así pues, la lectura eficaz al ser una técnica debe ser ejercitada en función de unas prácticas para mejorar el desempeño según los objetivos planteados, sin desmejorar la efectividad en la compresión lectora. Según la edad, grado escolar y tipo de lectura la lectura rápida puede variar. No es lo mismo leer en voz alta que en voz silenciosa, por eso una de las formas de medición es palabras por minutos (PPM)

Un niño de 1er grado de primaria posee una media de 48 palabras en voz alta y 30 en lectura silenciosa.
Un adolescente de 1er año de bachillerato tiene 134 PPM en voz alta y 176 con lectura silenciosa.
Un adulto, en cambio, presenta 198 PPM en voz alta y 278 en lectura silenciosa.

¿Cómo saber cuántas palabras leo?

El procedimiento de contar las palabras es sencillo. Siempre debemos tener en cuenta que una baja velocidad lectora puede ser debido a varios factores a estudiar por especialistas: entorno distractor, falta de práctica en la lectura, dislexia, dificultad en el aprendizaje, entre otros.

Para comprender la lectura rápida y su definición, recurrimos a mediciones que consisten en dividir el número de palabras del texto [200] por el tiempo [en segundos] que has tardado en leerlo, multiplicado todo por 60.

Si has obtenido entre 100 y 200 palabras/minuto se considera más bien lento.
De 200 a 300 estás en la media.
A partir de 400 eres tan rápido como el 2% de lectores.
De 400 a 800 palabras/minuto se considera extraordinario.
Por encima de 1000, excepcional.

6 estrategias para realizar una lectura rápida

Ya sabes casi todo sobre la lectura rápida y su definición, ahora veamos cuáles son las técnicas más conocidas para tener una leer de forma más rápida:

Evita la subvocalización: evita pronunciar o susurrar las palabras del texto.
Método del Escaneo: amplía tu visión periférica dentro del texto. Evita leer palabra por palabra, más bien mueve tus ojos de manera veloz hacia abajo de la página, enfoca la primera oración de cada párrafo, en números, palabras clave, nombres, etc. No implica leer cada palabra sino realizar un bosquejo mental de la idea principal del texto.
Método de Apuntar: Trata de seguir la lectura apoyando el dedo en la línea que se está leyendo. Puede también utilizar un bolígrafo con la tapa puesta, un cartón o un marcalibro con la intención de “subrayar” el texto. De esta manera podrás mantener tu mirada sobre la punta del dedo o del bolígrafo y leer más rápido.
Evita la relectura: trata de no volver atrás en tu lectura, leyendo una idea o una parte del texto varias veces, porque pierdes el sentido general del texto.
Ir despacio: comienza a aplicar estas técnicas con textos simples o de baja complejidad hasta que te sientas cómodo.
Practica sin cesar: la única manera de mejorar tu capacidad y velocidad lectora es leyendo todos los días. Cuanto más practiques, más rápidamente leerás.

Por supuesto, la práctica te irá formando como un profesional de la lectura rápida y su definición; por otro lado, si te interesa convertirte en un profesional del mayor nivel posible, entonces tenemos que hacerte una invitación que no puedes dejar pasar.

Una escuela para lectores

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