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"La belleza está en los ojos de quien mira" o, en inglés, "The beauty is in the eye of the beholder". Cool, ¿verdad? Sin embargo, para comprender lo que cada quien considera bello, no basta con conocer colores, productos y combinaciones. Es así como un buen cosmetólogo sabe cómo atender las necesidades de su cliente, quien busca proyectar lo mejor de sí mismo. Con la formación de Euroinnova puedes agudizar tu vista y superar expectativas.
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En este artículo te contaremos quién inventó los cosméticos, sus primeros usos y el desarrollo que tuvieron a lo largo de la historia. También podrás conocer más sobre Euroinnova, cuya formación se destaca por ser 100 % online y con la mejor metodología.
¡Vamos allá!
Si quisiéramos señalar una fecha aproximada para decir cuándo y quién inventó los cosméticos, la arqueología tiene una respuesta. La primera paleta en la que se molieron y mezclaron colores para pintar rostros y labios se remonta al 8000 a.C. Claramente, no es posible determinar una autoría individual en la prehistoria. Por lo tanto, es preciso preguntarse por quiénes fueron creados y por qué se utilizaban. Se trataría de un uso ritual o incluso guerrero, propio de los primeros humanos que se agruparon en tribus. Con el tiempo, como veremos, estos usos se orientaron a la estética y, por lo tanto, adquirieron el nombre de cosméticos.
Si queremos nombrar un ejemplo muy especial de utilización de cosméticos, Cleopatra es desde luego la mejor opción. Siguiendo la estética del antiguo Egipto, delineaba sus ojos con un polvo negro. Este, denominado khol, se elaboraba a partir de la mezcla de almendras quemadas, polvo de antimonio, arcilla y óxido de cobre. Esta preparación contenía sales de plomo según recientes investigaciones, lo que indica que eran tóxicos y nocivos para sus usuarios. De hecho, todos los hombres y mujeres de Egipto delineaban sus ojos como distintivo.
En la Antigüedad, por su parte, surgió el término cosmético. Proviene del griego "kosmetikós", que alude a los adornos y a la armoniosa relación entre ellos. Aunque en Grecia pintar los labios no era muy común, las mujeres utilizaban polvos para el rostro. Se buscaba disimular arrugas, imperfecciones o defectos físicos. Ahora bien, en la Antigua Roma, el maquillaje y los cosméticos fueron muy bien valorados. Amantes natos de la cultura egipcia y griega, los antiguos romanos recogieron recetas y se hicieron de algunos maquillajes. Es más, se dice que el origen del rímel se encuentra en barras de carbón muy delgadas con las que se pintaban las cejas. Hombres, mujeres y legionarios se preocuparon por su imagen, por lo que cargaban siempre un estuche de cosméticos.
Los cosméticos en esta gran parte de la historia fue valorada de manera diferente. En primer lugar, durante la Edad Media, todo tipo de adorno utilizado para el realce personal podía ser considerado indigno. Debido al influjo e importancia de la Iglesia católica, el ideal de belleza era la Virgen. La piel blanca y pálida realzaban un imagen sencilla. Si se utilizaba maquillaje, o si este era muy recargado, se asociaba con la intención de provocar a los hombres. Y solo era válido usarlo cuando había una intención declarada de casamiento entre el hombre y la mujer. Por el contrario, esta sería asociada a la prostitución.
En segundo lugar, durante el Renacimiento y el Barroco, la afición por la belleza se extendió. Las mujeres, sobre todos las de la alta sociedad, recurrían a un sinfín de adornos y cosméticos de tal manera que se valoraba la exageración y la extravagancia. Aceites, polvos para el rostro, bálsamos naturales y pintalabios eran los favoritos de las mujeres francesas e inglesas.
Ya hemos intentado responder a quién inventó los cosméticos. Y lo que hemos podido concluir es que, por un lado, los gustos y usos han evolucionado con el tiempo. Por otro lado, también vimos que cambiaron los materiales. Aquí podemos volver a preguntar: ¿quién inventó los cosméticos actuales?
Hacia finales del siglo XIX, los cosméticos se comenzaron a fabricar con aceites. Sin embargo, no fue hasta el siglo XX en el que la industria de la cosmética recurrió a la química. Con esta, se buscó trabajar sobre la base de productos naturales para eliminar posibles efectos adversos. Surgieron así diversas empresas de elaboración de productos de uso cosmético. Incluso, con el boom del cine a mediados de siglo, lograron vender más productos y ampliar sus catálogos. Para que sus productos fueran seguros, se instauró el testeo en animales. Recientemente, se producen, cada vez más, maquillaje de carácter vegano.
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