Qué es el ciberespacio

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Descubre qué es el ciberespacio: una realidad virtual compartida  

Si te interesa saber qué es el ciberespacio, seguramente habrás visto el siguiente texto de William Gibson. "Ciberespacio. Una alucinación consensual experimentada día a día por miles de millones de operadores legítimos, en cada nación, por niños a los que se enseñan conceptos matemáticos… Una representación gráfica de datos abstraídos por los bancos de cualquier ordenador en el sistema humano. Complejidad impensable. Líneas de luz que alcanzan los no-espacios de la mente, agrupaciones y constelaciones de datos. Como los las luces de la ciudad, retrocediendo". 

Aunque el concepto del ciberespacio fue acuñado en un sentido vago en las novelas de ciencia ficción "Quemando en cromo" (1982) y "Neuromante" (1984) del escritor Gibson, no fue hasta mediados de los años 90, con el surgimiento de la World Wide Web, que la palabra adquirió su significado actual. 

¿Qué es el ciberespacio? 

El mundo digital y sus infinitas posibilidades son una realidad que afecta a millones de personas en todo el planeta. Es una extensión del mundo real, donde la información se transmite de forma instantánea y se almacena en servidores y ordenadores en todo el mundo.  

Es un espacio virtual que abarca todo, desde la comunicación por correo electrónico hasta las compras en línea y la realización de transacciones financieras. Puede definirse como una dimensión sin límites que se ha convertido en parte integral de nuestra vida diaria y que seguirá evolucionando en el futuro. 

Cuando hablamos de la estructura de la información en el término ciberespacio, podemos identificar tres ámbitos clave: datos, algoritmos y estructuras emergentes. Cada uno de estos ámbitos juega un papel importante en la configuración y el funcionamiento del mundo digital en el que nos movemos. 

Estructura de datos 

El primer ámbito que conforma la estructura de la información en el ciberespacio se compone de los datos, que son la información digital almacenada en equipos informáticos.  

La tecnología de almacenamiento se apoya en múltiples sistemas de memoria, tales como circuitos biestables (para registros y caché de CPU), condensadores (para tarjetas de memoria RAM), cilindros de discos duros o la memoria flash de dispositivos USB. 

La información almacenada es discreta y no continua, se expresa a través de aritmética binaria y se guarda mediante la creación de campos electromagnéticos estables en el tiempo.  

La presencia de carga almacenada, magnetización o corriente eléctrica se corresponde con un valor binario de uno, mientras que la ausencia de estas se traduce en un valor binario de cero. Los procesadores pueden almacenar números en formato binario y realizar operaciones aritméticas sobre ellos. Sin embargo, no todos los autómatas eléctricos están diseñados para procesar variables discretas. 

Analógico vs. Discreto 

Durante los primeros años del siglo XX, la mayoría de los computadores eléctricos, como la máquina algebraica de Leonardo Torres Quevedo o el analizador diferencial de Vanevar Bush, funcionaban utilizando variables continuas y no a través de la aritmética binaria analógica.  

Sin embargo, los computadores analógicos enfrentaban y aún enfrentan un grave problema: el ruido. Este puede complicar mucho la copia y transmisión de información, como se puede ver en las fotocopias repetidas de un mismo documento.  

Actualmente, la presencia de ruido en una red neuronal analógica puede reducir su poder de cálculo en varios órdenes de magnitud, incluso por debajo del de los autómatas de estado finito. 

Por esta razón, en 1936, el ingeniero estadounidense Claude Shannon propuso abandonar el paradigma de la computación analógica y desarrollar un nuevo modelo de computadora en el que los cálculos se realizarían mediante circuitos booleanos, utilizando variables discretas expresadas a través de un sistema de numeración binario. 

El universo físico 

La falta de variables continuas es probablemente la principal distinción actual entre el ciberespacio y el espacio físico. Por ejemplo, en el ámbito digital, las pantallas de video se dividen en píxeles cuyo color se representa mediante una terna de tres números naturales. Estos se almacenan en la memoria de video del dispositivo. 

En contraposición, en el Universo físico no se pueden descomponer el espacio y el tiempo en células indivisibles como los píxeles. El espectro de la luz visible no se gradúa discretamente, sino que consta de una gama continua de frecuencias electromagnéticas que van desde el infrarrojo hasta la luz ultravioleta.  

En el ciberespacio, todas las variables son discretas. Los estados de la máquina se describen mediante números naturales expresados en aritmética binaria, que se almacenan en los registros del procesador o en las células de la memoria RAM. Sin embargo, esto podría cambiar en el futuro si se hace técnicamente posible la construcción de redes neuronales artificiales analógicas.  

En estas redes, los pesos sinápticos de las neuronas tendrían valores reales y continuos en lugar de valores discretos como en la actualidad. Si esto fuera posible, se podría construir un ciberespacio con variables continuas y crear realidades virtuales tan ricas como el universo visible.  

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