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¿Te has preguntado para qué sirve un masaje de amasamiento? La verdad es que, por siglos, los masajes han sido una fuente enriquecedora de paz, una manera de relajarnos al punto de sentirnos contentos. Sin embargo, hoy día va mucho más allá de eso, de hecho, hasta tiene uso terapéutico.
En este artículo, hablaremos sobre que es el amasamiento en el masaje, cómo se realiza y quiénes pueden beneficiarse de esta técnica.
El masaje de amasamiento es una técnica de masaje que se utiliza para aliviar la tensión muscular y mejorar la circulación sanguínea en el cuerpo. Implica la aplicación de presión y movimiento repetitivo sobre los músculos, utilizando técnicas de compresión y deslizamiento con las manos.
Se ha descubierto que puede ayudar a aliviar el dolor muscular, la rigidez y la tensión en áreas específicas. También puede mejorar la circulación sanguínea y linfática, es decir, impacta directamente al reducir la inflamación y mejorar la recuperación después de una lesión.
Además, puede ser útil para reducir el estrés y la ansiedad, ya que puede ayudar a relajar la mente y el cuerpo. Mejora la flexibilidad y la movilidad articular, lo que es beneficioso para las personas con problemas de movilidad.
Aunque hablamos de cómo tiene un impacto directo en nuestra salud, es importante saber cómo dar un masaje relajante, y los beneficios detallados que aporta. Por tal motivo, aquí te dejamos lo que necesitas saber sobre este tema:
Esta técnica puede ayudar a aflojar los músculos tensos y reducir la rigidez, lo que puede mejorar la flexibilidad y aminorar el riesgo de lesiones.
Si sufres de dolor muscular crónico o tensión en el cuello, hombros o espalda, el masaje de amasamiento puede ser una excelente manera de aliviar la tensión y reducir el dolor. De hecho, muchos atletas y profesionales del deporte, suelen hacer terapias con distintos tipos de masajes de este estilo.
Es muy usada para reducir el dolor muscular y articular, así como el dolor de cabeza y el dolor de espalda. Además, ayuda reducir la inflamación.
Estudios recientes arrojan que, incluso, las migrañas pueden aliviarse con una buena sesión de masajes de amansamiento. ¿Verdad que tiene aplicaciones muy buenas? Pero eso no es todo, sigue leyendo.
El masaje de amasamiento también puede mejorar la circulación sanguínea. Esta técnica puede ayudar a aumentar el flujo de sangre y oxígeno a los músculos, lo que puede mejorar la función muscular y la recuperación después del ejercicio. Además, también puede ayudar a reducir la presión arterial y mejorar la circulación en todo el cuerpo.
Un estudio publicado en el Journal of Bodywork and Movement Therapies encontró que el masaje de amasamiento fue efectivo para aumentar la flexibilidad. Es especialmente útil en pacientes con esclerosis múltiple, una enfermedad que puede afectar la movilidad y la flexibilidad del cuerpo.
Los participantes del estudio que recibieron masaje de amasamiento dos veces por semana durante cuatro semanas, experimentaron una mejora significativa en la flexibilidad en comparación con los que no recibieron masaje.
Algo que es importante mencionar es que también puede tener beneficios psicológicos. Esta técnica ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, lo que puede mejorar el estado de ánimo y la calidad del sueño.
Es efectivo para a aumentar la producción de endorfinas, que son las hormonas que se liberan durante el ejercicio y que tienden a reducir el dolor y mejorar el estado de ánimo.
Cuando los músculos se ejercitan de forma intensa, suelen acumular ácido láctico y otros desechos metabólicos, lo que puede causar dolor muscular y fatiga.
El masaje de amasamiento tiende a ayudar a reducir la acumulación de ácido láctico y otros desechos, esto ayuda a acelerar la recuperación. Además de reducir la inflamación y la rigidez muscular, lo que puede mejorar la recuperación y reducir el dolor y la incomodidad después del ejercicio.
Existen varios tipos de masajes de amasamiento que se pueden realizar en función de las necesidades y preferencias de cada persona. A continuación, te presentamos algunos de ellos:
Según la Asociación Americana de Quiropráctica, el salario promedio anual de un quiropráctico en los Estados Unidos es de alrededor de $85,000 dólares. Sin embargo, este promedio puede variar significativamente según la región. En áreas metropolitanas con mayor demanda y más población, los quiroprácticos pueden ganar salarios más altos.
Además, la experiencia y la especialización también puede influir. Los quiroprácticos que tienen más años trabajando y una amplia gama de habilidades y conocimientos pueden ganar muchísimo más.
Del mismo modo, aquellos que se especializan en áreas de la quiropráctica, como la pediatría o el deporte, pueden ganar más debido a la demanda y la escasez de expertos en esas áreas.
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