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El cambio climático supone una amenaza medioambiental para todo el planeta de la que son conscientes los gobiernos de los países y que se ha plasmado en textos como el Acuerdo de París entre otros. Parte de esta concienciación a nivel institucional se refleja en los impuestos medioambientales o impuestos verdes que se encargan de gravar aquellas actividades o comportamientos nocivos para el planeta. Es decir, la finalidad de los impuestos medioambientales es combatir el cambio climático a partir de restringir conductas que ponen en riesgo el medioambiente para reducirlas. A continuación vas a conocer los diferentes tipos de impuestos medioambientales existentes, sus beneficios y que actividades gravan.
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Las empresas están cada vez más concienciadas con problemas relacionados con la protección del medio ambiente, siendo este aspecto uno de los puntos clave de las políticas de responsabilidad social corporativa de las organizaciones. Además de esta clara intencionalidad por invertir en reputación para las marcas, desde el enfoque más fiscal, deberán mostrar este compromiso también manteniéndose al corriente de sus obligaciones fiscales en materia de impuestos medioambientales. Al respecto, conocer los hechos imponibles, las exenciones, los tipos impositivos y otros aspectos que rodean a cada uno de estos impuestos es vital para evitar sanciones, lo que ha aumentado la demanda de profesionales especializados en la gestión de este tipo de impuestos. Ahora podrás formar parte de este grupo de profesionales cualificados formándote con el curso de impuestos medioambientales de Euroinnova International Online Education.
Según la definición proporcionada por organismos internacionales como Eurostat, la Comisión Europea, la OCDE y la IEA, "los impuestos ambientales son aquellos en los que la base para la tributación se basa en una cantidad medida de un material que ha demostrado tener un impacto negativo específico en el medio ambiente".
El sentido de esta definición es dejar constancia de que los impuestos verdes obligan a pagar a los contaminadores (empresas que fabrican productos de forma contaminante) basándose en el principio de quien contamina paga, que se verá reflejado en el precio.
La regulación de la fiscalidad corresponde a cada país de forma interna, en lo que se conoce como fiscalidad verde. No obstante, existen unos hechos imponibles comunes a todos a nivel internacional que serán los siguientes:
Los impuestos medioambientales no son ajenos al sistema impositivo español. De esta forma, tendrán la consideración de impuestos verdes los siguientes:
El desarrollo sostenible de los países es el mayor beneficio que se logra con la fiscalidad verde. No obstante, se pueden concretar otros como son los siguientes:
La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) considera que se puede lograr una fiscalidad verde mediante unos impuestos medioambientales que sigan los siguientes principios:
Ahora conoces mucho más acerca de estos impuestos medioambientales y su importancia como instrumento para resolver problemas medioambientales. Pero no son los únicos impuestos que obligan a las empresas mantenerse al corriente de sus obligaciones fiscales, por lo que, se necesita de profesionales altamente cualificados. Si deseas especializarte en la área de fiscalidad tienes una oportunidad excelente de hacerlo con los cursos de impuestos online de Euroinnova International Online Education.
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