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La falta de motivación en los alumnos, especialmente en secundaria, es uno de los principales motivos de preocupación entre padres y maestros y es la primera causa del fracaso
Esta situación de desmotivación escolar tiende a darse por muchos y diversos factores que pueden ser de origen familiar, social o económico e incluso escolar, pero se ha determinado que una de las principales causas del desinterés es la falta de perspectiva para el futuro y que el contenido escolar no tiene que ver con sus gustos, aunque hablaremos de todo esto en detalle, más adelante.
La motivación, en líneas generales, se refiere a un impulso o ánimo que esta detrás de una acción, por lo que no debe confundirse con la razón para hacer algo, ya que esto último se refiere a una comparación o análisis que nos lleven a hacer algo, mientras que la motivación es la causa que da origen a una acción.
En conclusión, la motivación es ese estímulo, motivo o causa que sustenta el surgimiento de una idea y como consecuencia, lleva a que un individuo ejecute o lleve a cabo una determinado hecho, acción o trabajo. Es por ello que sus orígenes pueden devenir de muchas ideas o razonamientos, siendo que a una persona la motivan y la componen infinidades de estímulos que hacen que actúe de una u otra forma.
Sin embargo, dentro de todos ese conglomerado de estímulo, se puede hacerse énfasis en algunos que son los más significativos, como por ejemplo: el poder, la afiliación o efecto de grupo, el logro personal, la recompensa y la comparación o competencia con otro. Si se toma en cuenta, estos tipos de estímulos al momento de crear actividades y estrategias pedagógicas para aplicar en las aulas, es posible que pueda combatirse la falta de motivación en los alumnos dentro de éstas.
Dentro de los tipos de motivación existen varios, de los cuales, los más relevantes se tocaran a continuación:
Es aquella que lleva a que el sujeto ejecute una acción que será beneficiosa para el o para otros, la cual se considera una de las esenciales para evitar la falta de motivación en los alumnos.
Es cuando lo persona realiza acciones para evitar una posible consecuencia negativa.
Entre otros tipos también están:
Se refiere a esa que nace dentro del propio individuo, es decir, aquella que esta vinculada a su propios deseos y de satisfacción de necesidades, autorrealización, determinación personal, independientemente de la validación o recompensa externa que pueda acarrear la conducta. Este tipo de motivación está asociada más a auto-compromisos que se traza el propio sujeto y es una que puede ayudar, si se estimula adecuadamente, a evitar la falta de motivación en los alumnos, en las aulas de clases y cualquier otro ambiente vinculado al sistema académico.
A diferencia de la intrínseca, esta tiene sus bases en situaciones y elementos fuera del sujeto, es decir, es la expectativa de recibir una recompensa de índole material o no, que surge como resultado de la acción o la conducta motivada del individuo.
El prestar especial interés a que los estudiantes tenga motivación puede resultar en que estos puedan lograr altos estándares en su rendimiento escolar, y por eso es vital para cualquier docente que desee que el estudiantado sienta la necesidad de aprender e involucrase en su proceso de enseñanza.
Dicho de otra forma, es fundamental para que no se dé la falta de motivación en los alumnos, que cada individuo tenga predisposición por aprender, ya que esto hará que estén más implicados en sus estudios y sin lugar a dudas, será más fácil para los sujetos el que puedan alcanzar sus metas académicas.
Los padres, tutores o representantes son los primeros responsables en velar para que sus hijos o representados asistan a clases; sin embargo, el entorno familiar suele ser una de esas primeras causas de la falta de motivación en los alumnos. Entre otras causas tenemos:
En líneas generales, la neuroeducación es la ciencia que estudia el cerebro en el momento en que se está en el proceso de enseñanza y aprendizaje; es decir, se enfoca en estudiar el cerebro humano mientras es sometido a estímulos extrínsecos que luego se transforman en conocimiento.
Por lo cual, haciendo uso de estos estudios y sus resultados, es que se ha entendido que el cerebro procesa mejor lo que aprende a partir de dos elementos: emoción y motivación. Partiendo de esto es que pueden transformarse las experiencias de aprendizaje en las aulas de clases y aumentar el rendimiento académico de los estudiantes.
Así pues, tomando en cuenta el campo de las neurociencias educativas, se considera que la enseñanza-aprendizaje debe involucrar estos caracteres para ser una herramienta sólida contra el fracaso escolar y combatir igualmente la falta de motivación en los alumnos:
En conclusión, los precursores de la neuroeducación sostienen que la manera más intrínseca de evitar la falta de motivación en los alumnos y el fracaso escolar, es brindar un proceso de enseñanza interesante y emocionante en todos los niveles educativos.
Una de las reglas básicas que debe seguir el docente es procurar que lo que se ha aprendido se perpetúe en el cerebro de sus estudiantes, de modo que no olviden todo al salir del examen. Para ello se debe optar por:
Si eres docente y quieres luchar contra la falta de motivación en los alumnos, presta atención a su actitud, habla con ellos y actualízate en cuanto a los estudios de la neuroeducación, los cuales te darán mejores herramientas para motivar a tus alumnos. Además recuerda que en la Escuela de Negocios especializada en formación online.
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