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Yvon Chouinard, fundador de Patagonia y apasionado de la escalada, el surf y la cetrería, sorprendió al mundo entero al regalar su empresa para la lucha contra el cambio climático. Para el que no lo entienda, donó el 98 % de los títulos a un organización no gubernamental, Holdfast Collective, para que reinvierta los beneficios en acciones sostenibles.
¿Emocionante, verdad? ¡Pues espera a conocer los detalles!
¿Qué pasa con el 2 % de los títulos restantes? ¿Se los queda para seguir enriqueciéndose? ¡Para nada! El 2 % restante, propiedad de la familia, pasarán a mano de la fundación Patagonia Purpose Trust, que donará cada dólar no reinvertido en la empresa, para la protección de planeta.
En un mundo en el que estamos acostumbrados a que cada persona busque maximizar sus beneficios, dejando a un lado las cuestiones sociales, resulta que lo que debería de ser ordinario se convierte en extraordinario. Por ello, podemos decir que sí, Yves Chouinard es de este mundo y se necesitan más personas como él.
Un empresario que no tiene un ordenador, ni un teléfono. Además, vive entre dos modestas casas en California y Wyoming. Yvon ama el aire libre, el alpinismo y el surf, por lo que su conexión con la naturaleza tiene un toque romántico y especial.
Es por ello que, con 83 años, decide llevar a cabo esta acción, que muchos tildan de "marketiniana". Sin embargo, la realidad es que dona la empresa Patagonia a la lucha contra el cambio climático. Se estima que las ganancias anuales de la empresa, unos 100 millones de dólares, se destinarán cada año a esta iniciativa.
Aunque la revista Forbes coloca su riqueza en unos 1.200 millones de dólares, este empresario de la ropa para el deporte al aire libre sigue conduciendo su vieja Subaru. Y es que, siempre ha rechazado la idea de ser un millonario y un hombre de negocios, sin embargo, ha defendido que se pueden obtener ganancias sin renunciar a su alma.
Alguien puede pensar que a Yvon Chouinard la edad le está afectando, pero ya hemos visto que se encuentra en la etapa de mayor lucidez de su vida, además de que también cuenta con el apoyo de su familia.
¡Lo que pasa es que no te habrás percatado de las señalas de Patagonia en el pasado!
Por ejemplo, en 2011, Patagonia publicó un anuncio a toda página en The New YorK Times con el lema "Dont buy this jacket" (No compres esta chaqueta). ¿Por qué lo hicieron? Porque se rebelaron contra el consumismo antes de que llegase el "Black Friday".
Años después, en 2015, Patagonia volvió a sorprender al mundo con la iniciativa "Worn Wear Wagon", una tienda móvil en la que animaban a sus clientes a dar una segunda oportunidad a sus ropas, ofreciendo un servicio de reparacion.
Por último, en 2018, Patagonia demandó a la administración de Donald Trump por su decisión de reducir el tamaño de dos monumentos nacionales en Utah. En definitiva, son muchas las pruebas que nos fue mandando Yvon Chouinard antes de culminar su obra perfecta con la donación de su empresa.
Yvon Chouinard está haciendo las cosas a su manera, de manera independiente y con una premisa en mente: proteger el medio ambiente sea como sea. De esta manera, se ha comparado su modus operandi al de otros millonarios como Bill Gates y Warren Buffet.
Estos dos últimos crearon en 2010 una iniciativa para motivar a otros millonarios a que donasen parte de su fortuna a obras benéficas como la lucha contra el cambio climático. Este club recibió el nombre "The Giving Pledge", "el compromiso de dar" en español, y ya ha atraído a más 155 socios de 21 países.
Todos los que socios se comprometieron a donar al menos la mitad de sus patrimonios. ¿Increíble iniciativa, no? Sí, pero el problema radica en que no existe un contrato formal, sino que se trata de un compromiso moral al que todos se suscriben.
De esta manera, este club de millonarios comprometidos con la causas benéficas se encuentra en el punto de mira, ya que desde muchos ámbitos se estima que llevan a cabo estas donaciones para evadir impuestos y beneficiarse desde un punto económico.
Yvon Chouinard labra su propio camino donando su empresa a la lucha por el cambio climático, alejándose de las prácticas de Bill Gates o de Warren Buffet. Este empresario estudió minuciosamente la forma adecuada para que su empresa siguiese aportando su granito de arena, pasase lo que pasase.
Solo tenemos un mundo, y es muy difícil encontrar otro con las mismas comodidades y la misma calidad de vida. Por ello, es nuestra tarea protegerlo y cuidarlo para que las nuevas generaciones disfruten del mismo bienestar que nosotros.
Yvon Chouinard se erige como un ejemplo a seguir en el ámbito empresarial, pero no hay que ceñirse y responsabilizar a las personas millonarias o a los altos empresarios. Todos podemos aportar nuestro granito de arena en la lucha contra el cambio climático.
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