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Los conectores textuales son fundamentales para garantizar la coherencia y cohesión de los textos escritos. Conocer sus usos, funciones e importancia no solo corresponde a quienes que trabajan en el sector editorial, la enseñanza de la lengua o la investigación científica, sino también a todos los profesionales, sea cual fuere su rama de conocimiento, ya que en todos los campos se deben elaborar documentos, informes y demás tipos de textos. ¿Quieres saber cuáles son y sus características? En Euroinnova, ¡te lo contamos!
¿Qué son los conectores de texto o conectores textuales?
Los conectores textuales son palabras o frases que permiten unir partes de un texto creando relación, continuidad y cohesión entre ellas. Dicho de otra manera, los conectores textuales son palabras de transición que se incorporan en un texto para unir y cohesionar las distintas partes que lo componen.
Gracias a los conectores textuales, el lector puede encontrar sentido al texto y, además, aportan fluidez. Normalmente, los conectores textuales se colocan al principio de un párrafo o una oración, aunque esto puede variar según el tipo de conector al que nos refiramos.
Ya sabes qué es un conector en un texto. Si quieres saber más sobre los tipos de conectores textuales y descubrir ejemplos de conectores textuales, sigue leyendo.
Los marcadores discursivos son palabras o frases cuya función reside en establecer transiciones entre ideas que integran un discurso, ya sea oral o escrito, de modo que este sea comprensible y demuestre una conexión coherente entre sus fragmentos (véanse las conexiones de causa-efecto). Componen, así, un amplio repertorio caracterizado no solo por la heterogeneidad de sus formas y elementos, sino también por sus funciones discursivas.
Esto es, son relevantes, por un lado, en la pragmática en tanto explicitan las relaciones entre la semántica y el contexto, y, por otro lado, en la cohesión textual en producciones escritas. Aunque sus usos no son excluyentes –ya que los marcadores orales pueden integrarse en textos informales o coloquiales–, los conectores textuales son parte de las convenciones de la escritura formal y académica.
En este sentido, los conectores textuales son piezas claves en la escritura de textos en los que la precisión, la adecuación, la cohesión y la corrección gramatical son imprescindibles. De hecho, dichos conectores permiten establecer una adecuada coherencia y cohesión en el nivel local (oraciones y párrafo) y el nivel global (texto).
Los conectores textuales se caracterizan por, al menos, cuatro aspectos. Estos son:
Sintaxis. Estos conectores se integran en el texto a través de la utilización de la puntuación y pueden situarse en diferentes posiciones mientras expliciten de manera clara la relación entre los enunciados que unen. Por tanto, carecen de función sintáctica.
Semántica. Los conectores, al tener un valor procedimental, no poseen significado referencial o conceptual; es decir, se trata de elementos que permiten la interpretación de las ideas entre las que se integran, como las relaciones de oposición.
Coherencia y cohesión. Los conectores textuales, a su vez, permiten establecer relaciones en los niveles local y global, por lo que 1) facilitan la interpretación de los enunciados y 2) contribuyen a la comprensión del texto en su totalidad.
Morfología. Las palabras y frases que componen el inventario de conectores textuales son invariables.
Queda claro que los conectores textuales ocupan un lugar fundamental en la escritura de textos formales; a saber, garantizar la cohesión y la coherencia de las ideas que los componen. De ahí que operen como puentes o uniones lógicas entre ideas, oraciones y párrafos, los cuales deben contar con una transición fluida y precisa. En definitiva, como nexos textuales. Pero ¿cuáles son sus principales funciones en los textos? Veamos.
En primer lugar, los conectores textuales estructuran argumentos o exposiciones de manera clara y ordenada. Al utilizar estos elementos, los autores presentan sus ideas de manera secuencial, lo que facilita la comprensión e interpretación del lector. Por ejemplo, conectores como en primer lugar o por lo tanto señalan la relación entre distintos argumentos o partes del texto, de tal manera que funcionan como guías en la propuesta del autor.
Además, como se ha mencionado, los conectores textuales son imprescindibles para explicitar relaciones lógicas entre los enunciados. Un claro ejemplo de esto es la utilización de conectores para indicar no solo causa y efecto, sino también oposiciones, ejemplificaciones, orden, entre otros. Debido a que la precisión es una característica de los textos escritos, los contribuyen a que no haya ambigüedades en el texto.
Con todo, utilizar correctamente los conectores textuales enriquecen la escritura; en otras palabras, aportan variedad y legibilidad al texto. En los textos académicos, en efecto, estos elementos demuestran tanto la planificación de la redacción como la jerarquía entre las ideas que la componen. Los procesadores de texto, como Word, pueden brindar recomendaciones de uso.
¿Quieres conocer ejemplos de conectores textuales? Con ellos, podrás descubrir algunas oraciones con conectores textuales que te ayudarán a ilustrar todo lo anterior.
Como lo indica su nombre, los conectores de causativos-consecutivos establecen una relación de causa o consecuencia entre dos o más ideas. Entre los ejemplos de conectores causales causa y efecto más utilizados encontramos:
Por su parte, los conectores consecutivos o conectores textuales de consecuencia son: por tanto, en consecuencia, por consiguiente, entonces, por eso, por ende, etc.
Estos conectores permiten la explicación de razones o la deducción de conclusiones a partir de hechos o datos, respectivamente.
Los conectores de adición permiten agregar información sin cambiar la idea principal. En consecuencia, son útiles para ampliar el abordaje del autor. Entre los más comunes, se encuentran además, asimismo y también.
Los conectores textuales de oposición, al oponer enunciados, establecen contraste. Están los conectores de concesión (a pesar de todo, con todo, aun así, aunque) y restricción (no obstante, sin embargo, empero). Se trata de elementos funcionales en textos en los que se establecen comparaciones, discusiones o debates. Sirven como nexos para contrastar ideas.
Estas expresiones, conocidas como conectores de reformulación, permiten reformular, es decir, aclarar o explicar, una idea anterior. Se incluyen es decir, a saber, en otras palabras, o sea, dicho de otro modo, en una palabra, etc.
Los conectores de ejemplificación se emplean para introducir ejemplos que ilustren o apoyen el desarrollo del texto. En consecuencia, se facilita la comprensión de las ideas al mismo tiempo que proporcionan evidencias. Ejemplos de estos conectores son por ejemplo, verbigracia, en efecto, así, etc.
Los conectores de ordenación, también conocidos como conectores de enumeración, que incluyen en primer lugar, por último, en suma, en conclusión, para finalizar, por un lado, etc., organizan secuencialmente la información en el texto.
Así, algunos ejemplos de conectores de enumeración u ordenación son primero, segundo... En primer lugar, en segundo lugar... Luego, finalmente... A continuación.
Los conectores de conclusión o conectores de conclusiones son las palabras que usamos porque nos ayudan a finalizar o sintetizar una idea dentro de un texto narrativo. Algunos ejemplos de conectores de conclusión son: para resumir, en conclusión, finalmente, por último, en definitiva...
Los conectores de comparación, también conocidos como conectores comparativos, son nexos textuales que se utilizan para comparar ideas similares. Algunos ejemplos de conectores de comparación que podemos encontrar son: así como, de igual forma, de manera similar, igualmente, parecido a, también...
Los conectores de resumen son aquellos que se utilizan porque ayudan a resumir ideas dentro de un texto. Algunos ejemplos de los más habituales son: como conclusión, en conclusión, consecuentemente, por todo ello, finalmente...
Los conectores de tiempo, también conocidos como conectores de secuencia, son palabras o grupos de palabras que nos permiten indicar el orden en una narración. Por ejemplo, el orden en el que suceden unos acontecimientos concretos. Algunos ejemplos son: primero, luego, entonces, finalmente, después, mientras, al mismo tiempo, durante, de seguir así, anteriormente...
Además de los anteriores, podemos encontrar algunos tipos más, como los conectores textuales de inicio, los conectores de contraste o los conectores de discurso.
Ahora ya sabes cuáles son los conectores de un texto y cuál es la función de los conectores en un texto, ¿verdad? Pues bien, quizá te interesa leer sobre...
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