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La irrupción de los e-commerce ha conseguido que muchas personas comiencen su andadura por el mundo de la cosmética natural y se planteen venderlos vía online o por catálogo. Ahora bien, llegado el momento surge la eterna pregunta: ¿Cómo vender cosmética? Tranquilo/a estas en el lugar adecuado porque te vamos a dar todas las claves para que logres el éxito con la venta de productos cosméticos.
No obstante, emprender en el sector cosmético es una tarea compleja que requiere de un conocimiento amplio en cuanto a los diferentes tipos de productos cosméticos, la normativa que regula su producción y venta, la elaboración de cosméticos o áreas trasversales como el marketing para facilitar la conversión de estos productos en el ámbito web y físico. Al respecto en Euroinnova hemos diseñado para ti el Master en Cosmética y Dermofarmacia donde estas y otras materias se abordan de forma teórico-práctica, para que adquieras las competencias profesionales necesarias para afrontar tus retos profesionales en este sector.
Al igual que sucede en otros negocios, la fase inicial debe de englobar el estudio del sector, el análisis de los competidores y de los clientes. De esta forma, se podrán detectar tendencias o hallar oportunidades de negocio que haga aumentar los beneficios de la empresa. En un sector tan competitivo como el de la cosmética, se requiere de una especialización para poder triunfar antes de adentrarse en la red de internet para comercializar estos productos.
Inmersos ya en el apartado más digitalizado del negocio, se deberá dejar claro si lo que se pretende es una venta de productos de fabricación propia en laboratorios de la marca, o la comercialización de otros procedentes de otras firmas. Decidido este apartado, se deberá analizar la cadena de distribución y de producción, siendo entonces el momento de comenzar a crear una página web. En un sector donde las apariencias pueden marcar un valor diferencial, será aconsejable que la web tenga una estética y una calidad elevada para aumentar las ventas.
Es importante, cuando se afronta el diseño y elaboración de un catálogo, trabajar la identidad corporativa. Cuando hacemos referencia a este término estamos hablando de colores corporativos, logotipos, o el eslogan de la marca. Además una buena identidad corporativa, más allá del apartado exterior, debe de llevar intrínseco a lo largo de toda la estrategia los valores que representa la firma.
Además de este aspecto, la competencia elevada que existe en el sector, empuja a las marcas a reforzar dentro de sus estrategias de comercialización, otras materias como la gestión de redes sociales, el posicionamiento SEO o la publicidad en google, es decir, el SEMA. De esta forma vender cosmética requiere además de productos de calidad, de una estrategia de marketing y publicidad que respalde al negocio y lo impulse al éxito.
El consumidor de farmacia es exigente, ya que, no queda satisfecho con cualquier producto, sino que precisa de aquel que mejor se adapte a sus necesidades. Por lo tanto, se precisa de un personal experto que no solo conozca que es dermocosmética, sino que además esté especializado en los efectos que estos productos pueden producir y la efectividad que tendrán frente a sus patologías. En otras palabras, exigen un trato personalizado.
También se precisa como consecuencia de un auge inusitado en la actualidad, que sepa de cosmética natural. Esto se debe a un interés por los productos naturales, una preocupación por los residuos químicos que dañan el ambiente y una inclinación hacia componentes que no ponen en riesgo la piel.
Además de las estrategias desarrolladas en los párrafos anteriores, existen otros aspectos a tener en cuenta para incrementar las ventas entre los que se encuentran los siguientes:
Ultimar hasta el más mínimo detalle en el envoltorio, en el embalaje o en los colores de estos puede ser una forma de atracción a los usuarios. En un sector como el de la cosmética donde se exige además de calidad y atención, una imagen cuidada de los productos, ser minucioso en cuanto a respetar la identidad de la marca o incluir frases o slogans inspiradores puede suponer un elemento diferenciador. Además de la estética, la inclusión de elementos que facilite el transporte o la conservación de los productos hasta llegar al consumidor final será también importante para garantizar la calidad del producto y la reputación de la marca.
De nada sirve tener el mejor producto o el mejor packaging si el servicio al cliente no es el adecuado. Una mala reseña puede ser muy dañina en un sector tan competitivo como el de la cosmética. Como vender cosmética requiere de un trato personalizado, los clientes esperan de la marca, que sea claro a la hora de conocer los gastos de envío, los plazos de entrega, o las modalidades de pago, entre otras. De lo contrario se perderá en reputación, lo que puede traducirse en pérdidas para la empresa.
La composición de los productos de cosmética es algo que los clientes desean saber, de manera que, el ser exhaustivo a la hora de redactar las fichas de producto, evitará fuga de clientes. Ligado también con la experiencia de usuario, el conocimiento de esta composición evitará que los clientes se vean expuestos ante componentes que pueden ser alérgicos, lo que provocaría crisis de reputación e indemnizaciones de alto coste económico.
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