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Dentro de las muchas actividades que se pueden realizar junto a los estudiantes, el aprender cómo hacer un huerto escolar aporta múltiples beneficios a estos. Su realización les brinda la oportunidad de conocer de primera mano de dónde provienen los alimentos que consumen día a día, fomentando con ello la importancia de mantener una alimentación sana donde las frutas y las verduras estén presentes en un tiempo en el que se le da demasiado interés a la comida chatarra.
Una de las ventajas de esta actividad en el colegio es que les ayuda en el desarrollo de las habilidades motrices gracias a las distintas y variadas tareas que se tendrán que realizar, como son el cavar, rastrillar e incluso la misma siembra. Igualmente, este ejercicio les permite trabajar en equipo, lo que les lleva a valorar el esfuerzo y la paciencia que suponen las actividades en el campo.
Al enseñar a los niños cómo hacer un huerto escolar no solo se les está enseñando acerca de cómo criar una planta o cómo cuidarla sino que se están cimentando los pilares de la conciencia sobre el medio ambiente. Por medio de esta práctica los jóvenes pueden entender todo lo que involucra el cuidado de las frutas y vegetales que ellos consumen, además es posible ahondar en las consecuencias de la contaminación y cómo esta afecta al medio ambiente repercutiendo a su vez en las plantas, aprovechando para enseñar sobre el reciclaje.
Otro valor que se puede introducir por medio de esta práctica es el respeto a todos los oficios, cuando los niños comprendan la amplitud de labores que involucra el trabajo agrícola o la horticultura es posible tener una charla sobre el respeto y la aceptación de todos. Demostrándoles a su vez que todo empleo cuenta con su importancia para el funcionamiento de la sociedad.
Así que sigue leyendo para conocer los principales pasos para aprender cómo hacer un huerto escolar, un huerto urbano o un huerto casero.
Para esto es importante responder a la interrogante principal: ¿Dónde estará ubicado? Pues, dependiendo de la respuesta a este asunto se verá si el mismo tendrá unas características u otras. Es posible optar por elegir la horticultura donde las plantas vayan a ser cultivadas en una maceta, por un huerto tradicional en el suelo, por uno en una mesa de cultivo o un huerto vertical donde se aproveche alguna pared para su creación con materiales de reciclaje y mucho más, por lo que es importante dar suficiente atención al primer paso de cómo hacer un huerto escolar.
Cada uno de estos tiene sus características propias que, en el caso de la educación, nos lleva a tener que explicárselas a los alumnos al momento de trabajarlos. Si se opta por un huerto de macetas, se deberá contar con la tierra indicada que cuente con los nutrientes que ayuden en el crecimiento de las plantas, del mismo modo, antes de sembrar en macetas es recomendable poner semillas dentro de un semillero y luego proceder a traspasarlas. En el caso de los huertos de suelo para la creación de un proyecto, es vital escoger un lugar donde no se haya cultivado recientemente, pues así la tierra estará en mejor estado.
Otros elementos que se deben tener en cuenta al comenzar a enseñar cómo hacer un huerto escolar es el terreno, las horas de sol que recibe durante el día, las fuentes de agua cercanas y otras más, las cuales ayudarán a determinar cuál es el mejor espacio para ubicar este proyecto.
Antes de la siembra el primer aspecto a considerar de cómo hacer un huerto escolar es la limpieza y preparación del área que se va a utilizar. No basta solo con escoger el terreno, todos los participantes deberán encargarse de eliminar agentes contaminantes de la tierra que puedan afectar el crecimiento de la planta o perjudicar sus frutos, incluso es necesario considerar si la tierra cuenta con alguna plaga que pueda dañar lo sembrado.
Una vez limpia la tierra es necesario prepararla con los nutrientes apropiados, descompactarla e incluso regarla días antes para identificar si cuenta con algún tipo de hierba y eliminarla. Debido a que cualquier otra planta creciendo en el terreno restará nutrientes para lo que se quiere sembrar.
Cuando ya se decide la forma del huerto, el tercer paso de cómo hacer un huerto escolar buscar las plantas que se quieren sembrar. Verduras, hortalizas, frutas o plantas aromáticas son buenas opciones debido al cultivo sencillo en este tipo de plantaciones. En este sentido entran los tomates, lechugas, calabacines, perejil o albahaca.
No podemos pasar por alto las especies de temporada, cuya germinación y crecimiento se favorecen en una época del año específica.
Contar con muy buenos materiales que faciliten el trabajo de la tierra es ideal para sacar adelante la actividad. Existe la posibilidad (cuando se les esté enseñando cómo hacer un huerto escolar) de hacer una lluvia de ideas con los alumnos para que estos presenten los materiales que creen que se necesita para la realización del mismo.
Abono, azadas, rastrillos, guantes y palas son solo algunos de los más comunes, aunque también podemos utilizar horticultura y otros elementos de material reciclado para construir un excelente jardín.
Está bien, el momento de sembrar es el punto principal de cómo hacer un huerto escolar y por eso se tiene que explicar bien a los alumnos. Esto variará dependiendo del huerto escogido, por ejemplo, si será en el suelo, se tendrá que preparar la tierra con antelación eliminando piedras y malas hierbas, rastrillado y creando los surcos donde irán las semillas. Si se optó por los jardines verticales, hay que conseguir mesas especiales o fabricarlas con palets.
Una excelente opción es poder realizar las asociaciones de cultivo, lo cual consiste en juntar varias especies vegetales entre sí para que se puedan aportar beneficios de manera mutua.
Una vez que se les ha enseñado cómo hacer un huerto escolar, es momento de que los alumnos comiencen a tomar responsabilidad de cuidarlo para que los frutos y cultivos crezcan de forma sana. Por tal motivo, es necesario que se pueda organizar un calendario en el que se repartan las tareas entre todos ellos, como pueden ser el riego, germinación de las semillas, cuidar el crecimiento de las plantas y la recolección de los frutos.
Sin duda alguna, trabajar con los alumnos y aprender cómo hacer un huerto escolar es una actividad bastante interesante sin importar la edad o el tiempo que estemos viviendo. Por eso, si quieres aprender mucho más sobre este campo, te invitamos a que puedas ingresar en horticultura la Escuela de Negocios especializada en formación online, en la misma encontrarás múltiples estrategias educativas para enseñar sobre temas de todo tipo a tus alumnos.
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