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La música es un medio de comunicación y de socialización, con ella se expresan emociones y sentimientos tanto para quien la genera como para quien la disfruta. Expertos han comprobado que una persona motivada y estable emocionalmente, tiende a lograr con éxito la gran mayoría de las metas que se propone. A través de canciones para trabajar las emociones, se pueden lograr individuos prósperos.
Howard Garden, psicólogo e investigador de la conducta humana, establece la teoría de las educación, definiendo dentro de las 8 clasificaciones, la inteligencia musical. Y realmente no hace falta estudiar mucho para comprobar que una bonita canción que nos trae recuerdos agradables, nos origina una sensación emocional placentera.
De allí surgen estrategias de enseñanza aprendizaje para promover el conocimiento y la estabilidad emocional de niños y adolescentes en aulas educativas. Utilizar canciones para trabajar las emociones resulta una terapia fácil de aplicar mientras se utilicen las herramientas correctas para tal fin, al igual que sean las indicadas para cada individuo, partiendo de que sus intereses y experiencias son diferentes.
Educar la inteligencia emocional desde edades infantiles, permitirá formar ciudadanos capaces de controlar sus sentimientos, sobre todo de aquellos que son más compulsivos como la ira, el enojo, la envidia, el rencor, entre otros.
Este tipo de proyectos se llevan a cabo generalmente en preescolares o escuelas de educación primaria, donde se promueven actividades con cuentos, pintura, poemas, texto, baile y una gran variedad de tareas recreativas que se ponen en marcha a través de canciones para trabajar las emociones e incentivar el aprendizaje.
Estudios neurocientíficos comprueban que las canciones para trabajar las emociones tienen el poder de cambiar los estados de ánimo activando las diferentes estructuras del cerebro. Al escuchar música las neuronas actúan y generan conductas de empatía e imitación, lo que permite sentir las emociones que se expresan a través de las canciones.
Por ello, en forma social y colectiva, las canciones para trabajar las emociones tienen un efecto especial pues permite que podamos compartir sentimientos a través de sus tonadas y del contenido que la compone. Así podemos sentir lo que expresa la letra de las canciones, dolor, alegría, tristeza, etc.
Existen diferentes formas de usar la música como medio controlador de las emociones, esto significa que podrás establecer límites a lo que sientes y saber cómo y cuándo expresar tus sentimientos. En este sentido, veamos de que manera podemos usar las canciones para trabajar las emociones:
Las canciones para trabajar las emociones pueden enseñarte a manejar tus estados de ánimo, a mantenerte alegre aún en momentos difíciles, a relajar el cuerpo y liberar estrés. Además, las actividades de música para niños son activadoras de relaciones sociales, desarrollo de la motricidad, coordinación, equilibrio, dicción, imitación y muchas cosas más.
Desde sus comienzos en la escuela, los niños se encuentran inmersos dentro de la propia expresión musical, es decir, supone el inicio de un largo proceso hacia convertirse en un adulto.
Con respecto a la etapa de Educación Infantil, la Música Infantil, sirve como herramienta de ayuda durante la adaptación, permitiéndole favorecer el desarrollo integral del niño. El uso de las canciones para trabajar las emociones infantiles nos aporta gran cantidad de información sobre el estado de los niños, conociendo sus necesidades, características personales, lo cual conlleva al desarrollo de una autonomía personal, a través del uso del lenguaje mediante la interacción con su entorno.
Los sonidos, desde el punto de vista biológico, nos ayudan a desarrollar la atención, a realizar los movimientos necesarios para la actividad vital, influyen sobre el organismo y permiten el intercambio de información y la comunicación emocional.
A un nivel terapéutico, las canciones para trabajar las emociones abre canales de comunicación no verbal con el fin de facilitar recursos y de producir cambios y mejoras en las personas. A través del sonido podemos influir a nivel corporal, sensitivo, cognitivo y conductual con el fin de buscar el cambio terapéutico ya que se enfoca a la totalidad del individuo. No sólo se enfoca en la enfermedad o los problemas, también se centra en la prevención y en el concepto de salud como el estado de bienestar a todos los niveles.
Si vamos a educar en las emociones con la música, en primer lugar, hay que definir qué emociones queremos trabajar con nuestros hijos o nuestro alumnado y saber qué situaciones las provocan, así como identificar los cambios fisiológicos que provocan y cómo las podemos expresar.
Las canciones para trabajar las emociones se pueden trabajar a través de muchas actividades que podemos adaptar en función de nuestro conocimiento de la música. Aquí dejamos algunos ejemplos:
Instrumentación de temas y canciones utilizando instrumentos musicales de percusión de distinto timbre podemos acompañar canciones o melodías. Es una forma de expresar e identificar lo que sentimos través de la vibración.
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