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La profesión de albañil experimenta una creciente demanda y revalorización en la actualidad. Este oficio es esencial en la construcción y mantenimiento de edificios, y su importancia radica en la sólida base sobre la que se erigen nuestras comunidades. Con la expansión urbana y la renovación de infraestructuras, los albañiles son piezas clave en el panorama laboral.
Sin embargo, para destacar en esta profesión y mantenerse al día con las últimas técnicas y materiales, es esencial una formación continua en albañilería. En este contexto, la capacitación se convierte en el cimiento de una carrera exitosa como albañil, garantizando empleo y contribuyendo al desarrollo de un sector en constante evolución.
Según el diccionario, la albañilería es el arte de construir edificios y obras en los que se emplean piedra, ladrillo, cal, etc. En este contexto, el albañil es el maestro u oficiante de la albañilería. De esta definición podemos deducir que existen varios requisitos para ser albañil, como, por ejemplo, una buena formación previa en cuanto a técnicas de construcción, materiales, lectura de planos y conceptos generales de albañilería, además de la experiencia para implementar todo esto.
¿Quieres dedicarte profesionalmente a la albañilería? Entonces, debes saber que, para llevar a cabo cualquiera de las actividades de un albañil, tendrás que formarte específicamente para ello y contar con una serie de conocimientos básicos que garantice la realización del trabajo de forma segura y correcta. Es ahí donde Euroinnova puede ayudarte con su formación 100% online, especializada y personalizada. Si quieres saber más sobre las funciones y requisitos de este profesional, ¡Sigue leyendo!
Un albañil construye las paredes interiores y exteriores de los edificios. Esto puede suponer la construcción de nuevos edificios o la reparación y mantenimiento de los ya existentes, así como la cimentación, remodelación de muros, pisos, columnas, albañales de vivienda, castillos, techos, etc. Para ello, utilizan una gran variedad de herramientas y materiales que debe conocer previamente y que forman parte de los conceptos básicos de albañilería que estudiarás en muchos de nuestros cursos.
En cuanto a las funciones que desempeña el albañil, cabe destacar que la albañilería implica la construcción y remodelación de muros, pisos, techos, viviendas, cimentación, entre otros trabajos que pueda realizar. El enladrillado es una parte esencial de la estructura, y un albañil ha de asegurarse de que la estructura es precisa y cumple con los requisitos del diseño.
En cuanto al perfil de un profesional que quiera ser albañil, para trabajar en ello se precisan algunos requisitos, como habilidades de trabajo en equipo, tener conocimientos en materia de PRL en obras y trabajar por tu propia cuenta. También se valora estar en forma, ya que se trata de un trabajo muy físico e implicar y transportar materiales diversos. Además, debe tener capacidad de seguir los planos e instrucciones escritas, así como habilidades numéricas.
En todo caso, se debe entender la importancia de la salud y la seguridad en la industria de la construcción.
En cuanto a la formación necesaria para ser albañil, se recomienda estudiar el Grado Medio de Técnico de Construcción, que es un módulo de FP. Para acceder a este grado tendrás que cumplir alguno de los siguientes requisitos:
Si decides realizar este grado, recuerda que puedes continuar formándote es esta área haciendo alguno de los Grados Superiores relacionados, como Técnico Superior en Organización y Control de Obras de Construcción, Técnico Superior en Proyectos de Edificación o Técnico Superior en Proyectos de Obra Civil.
Por otra parte, si te decides por un curso de albañil, obtendrás una formación complementaria que te ayudará a obtener mejoras en tu trabajo si ya eres albañil o conseguir más puntos si aún eres ayudante de obra. Además, si ya llevas muchos años trabajando como albañil y quieres ser reconocido como tal, deberás solicitar el Certificado de Profesionalidad que te corresponda dentro de la familia de edificaciones y obra civil.
La profesión del albañil está cada vez más especializada, y se requiere de profesionales altamente cualificados en su área para cumplir con las necesidades de las nuevas construcciones. A grandes rasgos, se podrían decir que estos son los tipos de albañilería que existen:
Albañilería simple: usa las técnicas tradicionales y se desarrollada mediante experimentación. Se trata de la albañilería que no posee más elementos que el ladrillo y el mortero o argamasa, siendo estos los elementos estructurales encargados de resistir todas las potenciales cargas que afecten la construcción. Esto se consigue mediante la disposición de los elementos de la estructura, de modo que las fuerzas que actúan sean preferentemente de compresión.
Albañilería armada: se trata de la albañilería que utiliza acero como refuerzo en los muros que se construyen. Principalmente, consisten en tensores (como refuerzos verticales) y estribos (como refuerzos horizontales), que van empotrados en los cimientos o pilares de la construcción.
Albañilería reforzada: la albañilería reforzada o confinada está conformada por paños de albañilería tradicional o simple enmarcada en sus bordes por elementos de hormigón armado, tales como cadenas y pilares, en donde el conjunto solidario de estos elementos le otorga a este tipo albañilería propiedades estructurales de muy buena calidad y resistencia.
Claro que sí, si te dedicas al mundo de la albañilería, esta es muy buena opción para tu futuro laboral. En España, existen diversas plazas de funcionarios en el ámbito de la construcción y la albañilería que están vinculadas a las administraciones públicas, especialmente a nivel local y autonómico. Estas plazas suelen estar relacionadas con el mantenimiento, la reparación y la construcción de infraestructuras públicas. Algunas de las plazas de funcionarios relacionadas con la albañilería incluyen:
Albañil u oficial de albañilería: estos profesionales trabajan en la construcción y el mantenimiento de edificios e infraestructuras públicas. Pueden ser empleados por los ayuntamientos, las comunidades autónomas o el gobierno central, dependiendo de la jurisdicción y las necesidades específicas.
Oficial de obras públicas: estos funcionarios se encargan de la construcción y el mantenimiento de carreteras, puentes, túneles y otras infraestructuras públicas. Suelen trabajar para organismos como las Consejerías de Obras Públicas o los departamentos de infraestructuras de las administraciones autonómicas y locales.
Personal de mantenimiento de edificios públicos: en muchas administraciones locales y autonómicas, existen plazas de funcionarios dedicadas al mantenimiento y la reparación de edificios públicos, como escuelas, hospitales y oficinas gubernamentales. Estos puestos pueden incluir tareas de albañilería, fontanería, electricidad, etc.
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