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Para ejercer la profesión de arquitecto técnico, es necesario completar una formación académica específica que abarque una serie de áreas clave. El arquitecto técnico debe estudiar un grado universitario en Arquitectura o Arquitectura Técnica, que generalmente tiene una duración de cuatro o cinco años. Si se cursa el grado de arquitectura técnica, el arquitecto deberá estudiar un master habilitante para poder firmar proyectos oficialmente como arquitecto. Durante este período de formación, adquieren conocimientos fundamentales en construcción, materiales de construcción, cálculo de estructuras, instalaciones, presupuestos, gestión de obras, normativas legales y urbanismo.
Una vez completados los estudios, es común que los arquitectos técnicos continúen su formación con un máster o cursos de especialización en áreas específicas de la construcción, como la rehabilitación de edificios, la gestión inmobiliaria o la eficiencia energética. Esta formación continua es esencial para mantenerse actualizado en un campo en constante evolución, por lo que en Euroinnova te recomendamos que nunca dejes de formarte, aunque sea con píldoras formativas. ¡Te animamos a que le eches un vistazo a nuestro catálogo formativo de arquitectura! Lee este artículo para informarte más sobre el campo de la arquitectura técnica y saber más sobre la profesión a la que te quieres dedicar.
Como hemos dicho, un arquitecto técnico debe cursar un grado o licenciatura de Arquitectura más su correspondiente máster habilitante o Arquitectura Técnica. No obstante, esto es un simple requisito que no nos asegura adquirir todas las competencias necesarias para trabajar como arquitecto técnico. Así pues, un arquitecto técnico debe desarrollar amplios conocimientos en:
Dibujo: El dibujo es la base de la comunicación en arquitectura. Por lo tanto, un arquitecto técnico debe ser capaz de crear dibujos precisos y detallados, tanto a mano como utilizando software de diseño. Estos dibujos son esenciales para transmitir ideas, conceptos y planos a otros profesionales y clientes.
Cálculo: El cálculo es fundamental para determinar la estabilidad estructural, la resistencia de los materiales y las dimensiones necesarias en un proyecto arquitectónico. Los errores en los cálculos pueden tener consecuencias graves, como fallos estructurales de un edificio.
Derecho administrativo: Los arquitectos técnicos deben conocer las leyes y regulaciones relacionadas con la construcción y la planificación urbana en su área. Por ejemplo, normativas de zonificación, permisos de construcción, códigos de edificación y otros requisitos legales. Cumplir con estas normativas es crucial para evitar problemas legales y sanciones.
Historia de la arquitectura: Comprender la historia de la arquitectura proporciona a los arquitectos técnicos una base sólida de diseño e inspiración artística en términos de estilos arquitectónicos, evolución de la construcción y cómo se han resuelto problemas similares en el pasado.
Diseño: El diseño es un componente esencial de la arquitectura. Los arquitectos técnicos deben ser capaces de contribuir al diseño de edificios estéticamente atractivos y funcionales que cumplan con los requisitos del cliente y las regulaciones.
Tendencias arquitectónicas: Estar al tanto de las tendencias arquitectónicas actuales es importante para mantenerse actualizado en cuanto a materiales, tecnologías y estilos emergentes para ofrecer soluciones innovadoras y competitivas.
Software de arquitectura: El uso de software especializado en arquitectura como Revit o AutoCAD es esencial para crear dibujos precisos, modelos 3D y cálculos estructurales.
Certificaciones energéticas: La sostenibilidad y la eficiencia energética son aspectos cada vez más relevantes en la arquitectura moderna. Por lo que, aparte de ser un requisito legal en muchas ocasiones, obtener certificaciones energéticas oficiales mejora la marca de la empresa en materia de sostenibilidad ambiental.
Neuroarquitectura: Esta disciplina se centra en cómo el entorno construido afecta la salud mental y el bienestar de las personas. Conocer principios de neuroarquitectura ayuda a los arquitectos a crear espacios que mejoren la calidad de vida de los ocupantes, lo que es especialmente relevante en proyectos de viviendas y entornos de trabajo.
El término de arquitecto técnico se utiliza actualmente para referirse a esta profesión, aunque en algunos lugares todavía se les llama aparejadores por tradición. Ambos términos hacen referencia a la misma ocupación, por lo que es normal que llamar a una misma profesión con diferentes nombres pueda llevar a confusión.
Para comprender mejor las diferencias entre un arquitecto y un arquitecto técnico, es esencial tener en cuenta varios aspectos clave:
Los arquitectos requieren una formación más extensa que los arquitectos técnicos. Deben completar seis años de estudios, que incluyen un grado y un máster habilitante, antes de poder ejercer. En cambio, los arquitectos técnicos se preparan en cuatro años de grado, aunque también pueden optar por realizar un máster adicional si lo desean.
La Ley de Ordenación de la Edificación establece claramente las responsabilidades de cada profesional. El arquitecto se desempeña como director de bora y se encarga del diseño, cálculo de estructuras e instalaciones, y supervisión durante la fase de construcción. A su vez, actúa como director de ejecución de obra y se enfoca en la gestión de la construcción, organizando la obra, los materiales, los equipos y controlando el presupuesto. La presencia del arquitecto técnico en la obra es fundamental para garantizar que todo funcione adecuadamente.
Los programas de estudio para arquitectos y arquitectos técnicos son diferentes. Los arquitectos se centran en aspectos como el diseño, historia y arte, mientras que los arquitectos técnicos se especializan en construcción, materiales, presupuestos y organización de la obra. Sin embargo, ambas carreras comparten asignaturas relacionadas con la representación de planos, el dibujo, la distribución de instalaciones y estructuras, y urbanismo.
Ambos profesionales tienen diversas oportunidades laborales al finalizar su formación. Los arquitectos técnicos pueden desempeñarse como directores de ejecución de obras, gestores inmobiliarios, tasadores, asesores de calidad en construcción y más. Los arquitectos, por otro lado, se suelen enfocar en el diseño arquitectónico y el cálculo de estructuras. Además, ambas profesiones pueden abrirse a roles en la administración pública, peritos en procesos judiciales, inspectores de edificios, evaluadores energéticos, docentes y asesores.
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