Curso especialista cuidado personas mayores

Curso Especialista Cuidado Personas Mayores

Las personas que se encargan del cuidado de personas con dependencia pueden tener tareas muy diversas. Entre estas tareas podemos encontrar la compra de alimentos, la ayuda en las tareas domésticas, ir a la farmacia a por medicamentos, o coordinar el transporte para una cita con el especialista. El cuidador, ya sea un profesional o bien un familiar de esta persona, será responsable de asegurar que este esté constantemente atendido y todas sus necesidades sean cubiertas.

Tareas y responsabilidades de un cuidador de personas mayores

• Gestión del hogar y planificación de la atención: Puede resultarnos complicado saber cuánto compromiso puede suponer el cuidado de otra persona. Para garantizar una completa cobertura de todas las tareas que deben realizarse, se creará un plan de atención con el fin de administrar el hogar y las responsabilidades de salud. Este plan se debe crear junto con la ayuda de un equipo médico, la familia de la persona mayor y todas las personas que tengan alguna implicación en su cuidado.
• Promoción médica: Es importante contar con un médico que supervise la atención que recibe una persona mayor, preferiblemente un especialista en geriatría. Tanto la familia como los cuidadores, tienen que adoptar el papel de defensores para garantizar que se programen las citas, que los medicamentos se receten de forma adecuada y que todos los problemas que surgen se aborden antes de que sean más peligrosos. Además en algunas ocasiones, también se solicitará al cuidador que revise la documentación relacionada con el seguro médico y todas sus instrucciones, así como la facturación que nos pase para asegurarnos de que cobra lo adecuado.
• Gestión de medicamentos recetados: Los medicamentos entran dentro del ámbito relacionado con la atención médica, por lo que también esta persona puede tener que encargarse de ello. Es cierto que con el envejecimiento de la persona, suele aumentar también el número de recetas, por lo que en algunas ocasiones se necesitará la existencia de un cuidador que se dedique a la supervisión de las prescripciones del médico, los cambios que se vayan produciendo, la administración al paciente y la recogida de los pedidos en la farmacia. 
• Ayuda con el cuidado personal y la higiene: Para muchas personas de edad avanzada, se prestará ayuda con la higiene a partir de que estas comiencen a tener dificultades para realizarlas. En estos casos obtendrán ayuda para bañarse, usar el baño, limpiarse tras estar enfermo, o lavarse y peinarse, con el objetivo de tener un envejecimiento digno y a gusto dentro de su hogar. El cuidador debe ser amable y paciente con estas personas y tratarlas con respeto.
• Ayuda con la nutrición y las comidas: En este punto no solo vale con pedir al cuidador que prepare la comida. Encontramos que en muchas ocasiones, la dieta debe ser adaptada a medicamentos y enfermedades y que además las personas mayores pueden perder el apetito. De este modo, la persona que se encargue debe planificar las compras adecuadamente y controlar que la alimentación sea lo más adecuada posible.
• Ayuda con la movilidad: El cuidador debe garantizar un movimiento seguro tanto dentro como fuera de la casa a la persona mayor. Debe ayudarle tanto a moverse correctamente al inodoro, en caso de necesitar silla de ruedas, como estar atento a los signos de posible caída.
• Mantenimiento y limpieza del hogar: El cuidador debe tener unas habilidades básicas de limpieza y reparación para el hogar, con el fin de mantener unas condiciones mínimas dentro de este.
• Transporte: A medida que una persona envejece, puede sentir la necesidad de evitar salir o retirarse de los eventos sociales. El cuidador en este sentido aportará algo de normalidad a sus vidas al llevarlos a eventos sociales o citas médicas.
• Compañía: Las personas mayores pueden sentirse solas en su día a día, con sus enfermedades o nuevos estilos de vida, por ello necesitarán del apoyo de un cuidador que esté con ellos y les haga compañía a lo largo del día.
• Responsabilidad financiera: Es común que se asigne a un cuidador la tarea de manejar las finanzas. Con esto se evitarán impagos, fraudes y se facilitará el acceso a cualquier bien. La persona dedicada a estas funciones debe ser confiable y capaz.

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