Curso para hacer perfumes y aceites

Curso para Hacer Perfumes y Aceites

En este momento vas a aprender sobre una de las actividades con más tradición y antiguas, esta es la de la perfumería, la cual tiene una incidencia muy importante en el ámbito de la cosmética y la belleza. Sé capaz de elaborar las mejores fragancias, así como los olores más peculiares y únicos con él objetivo de marcar diferencia. Esto es posible si decides realizar nuestro Curso para Hacer Perfumes y Aceites. 

Euroinnova International Online Education te da la oportunidad de realizar el siguiente Curso para Hacer Perfumes y Aceites a Distancia, aprendiendo sobre cómo han ido evolucionando los perfumes, los diferentes aromas y sensaciones que pueden percibirse a través del olfato y como moldearlos hasta conseguir el resultado final. Todo esto es posible estudiarlo desde casa gracias a su metodología 100% online.

El origen de los perfumes

Antes de comenzar, cobra vital importancia definir qué son los perfumes. Los perfumes son una combinación de diferentes sustancias provenientes del medio natural como los aceites esenciales o de productos orgánicos. El principal objetivo de los perfumes es conseguir un resultado favorable para el olfato y que se convierta en todo un placer respirarlo. 

Los perfumes han estado presentes durante toda la historia de la humanidad. En sus inicios se empleaban como aromatizador o ambientador hasta que pasado un tiempo se comenzaron a poner sobre la piel. Los primeros perfumes han sido encontrados en Chipre por una serie de arqueólogos que descubrieron la primera fábrica de perfumes, estamos hablando de que tenía una procedencia de unos cuatro mil años aproximadamente. Los egipcios fueron la primera sociedad en fabricarlos para el uso humano y se empleaban en una gran cantidad de usos: para la medicina, la embalsamación de los difuntos, la cosmética, etc. Es más, el dios del perfume para los egipcios era el conocido Nefertum.

En la actualidad, contamos con una gran cantidad de tipos de perfumes distintos y muchas más formas de fabricarlos. Gracias al desarrollo y el avance tecnológico y social se han descubierto un amplio abanico de nuevos olores que originalmente no existen en la naturaleza, es decir, han sido creados a partir de otro tipo de materias primas. Hoy en día no solo se fabrican perfumes para eliminar los malos olores, sino que muchas de las fragancias nos provocan una serie de sensaciones y emociones que nos llaman la atención y nos evocan recuerdos. Los seres humanos contamos con la capacidad de conectar con el mundo que nos rodea gracias a nuestros sentidos. Así lo ha demostrado la ciencia, el olfato es 10.000 veces más sensible que el resto de los sentidos. 

En cualquier caso, cuando el perfume entra en contacto con nuestra piel, su olor automáticamente se transforma en un olor propio y personal debido a que las sustancias químicas del perfume se mezclan con el ph de la piel. Además, la durabilidad y el olor del perfume depende de otra serie de factores como el agua de la piel, los cambios de la temperatura corporal o la secreción sebácea.

¿En qué consisten los aceites esenciales?

Los aceites esenciales son un conjunto de mezclas aromáticas que provienen de distintas partes de las plantas, como por ejemplo las flores, el tallo, las hojas, las semillas, etc. Cada aceite esencial es único, están compuestos de sustancias químicas distintas y, por ello, su olor es diferente. También existen una serie de factores que pueden alterar el resultado final de los aceites esenciales como el clima, los fertilizantes utilizados para el cuidado de las plantas, la zona geográfica… Todo ello hace que no existan dos aceites esenciales iguales si no son de la misma producción y cosecha.

En función del uso y la aplicación que le demos a los aceites esenciales se pueden dividir en varias categorías bien diferenciadas:

• Calmantes: su aroma es suave lo que a su vez nos provoca una sensación de calma y tranquilidad. Los principales aceites esenciales de este tipo pueden ser el incienso, la manzanilla, la lavanda o el jazmín.
• Estimulantes: la menta y el eucalipto son algunos de los ejemplos de este tipo de aceites esenciales. Se caracterizan por producir frescor y en algunos casos un ligero picor que nos mantiene activos.
• Energizantes: se trata de aceites revitalizantes como el limón, el romero, la canela y la vainilla.
• Aromáticos: normalmente se suelen emplear como ambientadores para mejorar el olor de un lugar en particular.
• Tópicos: en este caso, los aceites esenciales se utilizan para ponerlos en contacto con la piel como las cremas corporales y faciales, los geles de ducha, etc.
• Internos: esta última clasificación hace referencia al consumo e ingesta de algunos tipos de aceites esenciales. Se suele emplear con frecuencia en la repostería para endulzar los alimentos.

Si quieres seguir informándote sobre la fabricación de perfumes, te recomendamos el siguiente post de nuestro blog: Fabricación de perfumes

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