Curso acciones socioeducativas penitenciaria

Curso Acciones Socioeducativas Penitenciaria

Los establecimientos penitenciarios se conciben arquitectónicamente como un núcleo urbano autosuficiente, donde desarrollan su labor multitud de profesionales para la reeducación y reinserción social de los presos, y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad y la custodia de las personas encomendadas a la institución.

La construcción, la organización y el funcionamiento de los centros penitenciarios están condicionados por los distintos regímenes penitenciarios y grados de tratamiento en los que se basa el sistema penitenciario español.

Dentro de este centro trabajan distintos profesionales, entre los que destacamos los psicólogos. Estos profesionales estudian las variables que determinan el comportamiento del interno para emitir informes para la Administración  e identificar las carencias y necesidades que deben ser tenidos en cuenta a la hora de asignar los programas de tratamiento y los modelos individualizados de intervención para cada recluso. Son los responsables de llevar a cabo lo programas terapéuticos.

Existen diferentes tipos de Psicólogos de prisiones, pueden ser psicólogos educativos, psicólogos del trabajo o psicólogos clínicos.

Profesionales del centro penitenciario

• Juristas: Son los encargados de estudiar toda la información penal, procesal y penitenciaria de cada interno y de realizar la valoración jurídica para su clasificación, que determinará la programación del tratamiento que ha de seguir. Redactan y fundamentan los acuerdos adoptados por la Junta de Tratamiento y ejecutan informes para las autoridades judiciales y la Administración Penitenciaria.
• Sociólogos: Hacen las investigaciones y estudios que determina la Administración Penitenciaria, al tiempo que asesoran sobre las materias propias de su especialidad. También participan en la programación, desarrollo y evaluación de los programas de intervención a los reclusos.
• Pedagogos: Realizan las investigaciones y estudios desde el punto de vista del historial escolar, grado cultural y nivel de instrucción de los internos. Además, ponen en marcha programas pedagógicos en los centros penitenciarios y participan en las reuniones de los Equipos de Tratamiento
• Educadores: Su trabajo consiste en conocer, asesorar e informar, tanto de temas penitenciarios como extrapenitenciarios, a cada uno de los internos que tienen asignados, observar su conducta y emitir los correspondientes informes que quedan reflejados en la carpeta de seguimiento. Desarrollan los programas de intervención terapéutica y las actividades culturales y deportivas de los internos que tienen asignados
• Trabajadores sociales: Antes de iniciar cualquier otra intervención para la rehabilitación del interno, la atención prioritaria de los trabajadores sociales está centrada en resolver la problemática socio-familiar que ha desencadenado su ingreso en prisión. Proporcionan información y asesoramiento en general, median en la restauración de los vínculos familiares deteriorados o rotos para tratar de favorecer la reinserción social del interno. También son los responsables de propiciar la inserción laboral de aquellos reclusos cuya situación penitenciaria les permite acceder al trabajo. Entre sus funciones se encuentra, además, la labor de apoyo y seguimiento a los liberados condicionales y a las personas sometidas a penas alternativas.

Psicólogo en el área penitenciaria

El psicólogo de presiones es el encargado de evaluar y tratar a los reclusos con el objetivo de que se puedan integrar de manera correcta en la sociedad posteriormente. Durante este tiempo, el psicólogo debe atender a todas las necesidades tanto educativas, como trastornos psicológicos y dificultades para la convivencia de los internos del centro penitenciario.

En muchas ocasiones, en gran parte debido a la gran cantidad de series que se ambientan en centros penitenciarios, podemos tener una visión distorsionada de la vida en prisión. En muchas ocasiones la realidad es mucho más dura. En las cárceles de España mueren aproximadamente tres personas a la semana, en su mayoría por enfermedades, sobredosis o suicidios.

Por tanto, el psicólogo especialista en prisiones debe ayudar a los internos a vivir posteriormente, respetando la Ley Penal, y además a sobrellevar sus necesidades. Entre sus objetivos encontramos: 

• La evaluación psicológica a partir de entrevistas, test y observación de los reclusos:
• Realización de informes de evaluación. 
• Implantación de programas y técnicas psicosociales que busquen mejorar las capacidades del interno y prevenir que en el futuro vuelvan a delinquir.
• Facilitación del contacto con externos a los reclusos. Además, se ayudará a su reinserción aproximándolos a los recursos de que se dispongan.

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