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¿Sabías que la enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que provoca temblores, rigidez, lentitud de movimientos y dificultad para caminar?
También afecta el habla y la deglución.
Y es que la enfermedad de Parkinson es causada por la muerte de las células nerviosas productoras de dopamina en un área del cerebro llamada sustancia negra.
En esta parte del cerebro, las neuronas de dopamina crean estas células nerviosas que producen dopamina, una sustancia química que ayuda al cerebro a comunicarse con los músculos.
Por eso, las personas llegan a morir con esta enfermedad.
En este post, te hablaremos sobre la neurorrehabilitación, entre otras cuestiones que afectan directamente sobre esta enfermedad.
¿Quieres descubrir todo esto y mucho más?
No te pierdas lo que te vamos a contar a lo largo de las siguientes líneas.
¡Vamos allá!
El neurólogo es un médico que se especializa en el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades del sistema nervioso.
No obstante, los neurólogos también pueden especializarse en ciertas áreas de la neurología.
Por su parte, la neurología es una rama de la medicina que se ocupa del diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades que afectan el cerebro y la médula espinal.
De este modo, un neurólogo se enfoca en el tratamiento de trastornos que afectan los procesos mentales o las habilidades motoras.
Por ejemplo, estos pueden incluir epilepsia o convulsiones, accidente cerebrovascular o lesión en la cabeza, demencia o enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple (EM), distrofia muscular (MD), parálisis cerebral (PC) y otros trastornos neurológicos.
Además, es bien sabido que la neurología también se ocupa de los deportistas, quienes pueden requerir fisioterapia y rehabilitación según sus afecciones.
En este sentido, las enfermedades neurológicas son enfermedades del sistema nervioso. Afectan el cerebro, la médula espinal y los nervios.
Así, las enfermedades neurológicas pueden ser causadas por factores genéticos, factores ambientales o una combinación de ambos. Algunas enfermedades neurológicas se heredan en familias. Otras se adquieren del entorno de un individuo.
Por ende, los síntomas de la enfermedad neurológica varían según el tipo de enfermedad y el lugar donde afecta al sistema nervioso.
Por ejemplo, algunas personas con la enfermedad de Parkinson tienen temblores en las manos mientras que otras tienen dificultad para caminar o hablar.
Un problema neurológico es cualquier enfermedad o trastorno que afecta el funcionamiento del cerebro, la médula espinal y los nervios.
Por su parte, algunas causas comunes de problemas neurológicos son la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Huntington y la esclerosis múltiple.
La neurorrehabilitación de la OMS es un proyecto internacional que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas con trastornos neurológicos.
Y es que, su objetivo es desarrollar un conjunto de pautas basadas en evidencia para médicos y otros trabajadores de la salud sobre cómo diagnosticar y tratar a pacientes con trastornos neurológicos.
En este contexto, el proyecto comenzó en 2015 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Sociedades Neurológicas (IFNS) firmaron un acuerdo para trabajar juntos en una iniciativa global. La Comisión Global de Trastornos Cerebrales de la OMS también contribuye a esta iniciativa.
Como sabes, el cerebro es un órgano complejo y, a menudo, requiere un enfoque holístico de la terapia.
Por ello, no es inusual que los pacientes necesiten diferentes tipos de rehabilitación para recuperarse.
Así que, la neurorrehabilitación se puede lograr mediante el uso de una variedad de métodos, como la terapia ocupacional, la patología del habla y el lenguaje, la fisioterapia y el asesoramiento psicológico.
En pocas palabras, la neurorehabilitación es un tratamiento que ayuda a mejorar la función del sistema nervioso central, que es el encargado de enviar mensajes a todas las partes del cuerpo.
Y es que, la neurorehabilitación se puede utilizar junto con otros tratamientos o como tratamiento independiente para pacientes que han sufrido lesiones cerebrales y accidentes cerebrovasculares.
De hecho, la neurorrehabilitación se puede usar de muchas maneras diferentes para ayudar a los pacientes a recuperarse de diferentes tipos de lesiones, pero hay ciertos factores que deben tenerse en cuenta al decidir si se debe usar o no la neurorrehabilitación.
Un factor es la gravedad de la lesión.
Es decir, cuanto más grave es una lesión, más probable es que se requiera un tratamiento de neurorehabilitación.
Por otro lado, otro factor a considerar es cuánto tiempo hace que ocurrió la lesión. Los pacientes que han tenido una lesión en los últimos 12 meses son más propensos a requerir tratamiento de neurorrehabilitación.
De esta manera, las lesiones cerebrales pueden ser causadas por muchos factores diferentes y pueden variar en gravedad, por lo que es importante que el paciente considere qué tipo de lesión cerebral sufrió y qué tan grave es antes de decidir si necesitará o no neurorrehabilitación.
Y por eso, los síntomas neurológicos pueden ser el resultado de una lesión cerebral traumática, pero otros síntomas como las convulsiones también pueden ser causados por una variedad de lesiones no traumáticas diferentes.
Pero lo cierto es que la neurorehabilitación se puede usar de muchas maneras diferentes para ayudar a los pacientes a recuperarse de diferentes tipos de lesiones, pero hay ciertos factores que deben tenerse en cuenta al decidir si usar o no la neurorrehabilitación.
Pues la neurorrehabilitación es un tipo de terapia que puede ayudar a las personas con afecciones neurológicas. Se pueden usar para ayudar a las personas a recuperarse de un accidente cerebrovascular o una lesión, o se pueden usar para ayudar a alguien que ha desarrollado una afección crónica.
En líneas generales, la neurorrehabilitación tiene dos tipos diferentes: intensiva y no intensiva.
Por una parte, la neurorrehabilitación intensiva es cuando la persona con la afección está en terapia durante aproximadamente 8 a 10 horas por día, 5 días a la semana durante varias semanas a la vez.
Por otra parte, la neurorrehabilitación no intensiva es cuando la persona acude a terapia unas 3 veces por semana durante 1 hora cada sesión.
Cuando es necesaria, se recurre también a la rehabilitación cognitiva.
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¡Nos vemos en el próximo post!
Sebastian Rodrigo Canal Recharte
COPYWRITER
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