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¿A qué llamamos filosofar? parece un acto bastante complejo sin embargo hay muchos ejemplos de filosofar que nacen de situaciones límite o de algunas muy comunes que resultan incluso desapercibidas, pero que constituyen en sí una reflexión filosófica. Las teorías o corrientes filosóficas han tratado de sentar las bases para explicar ciertos cuestionamientos del hombre. No obstante, no es algo mítico ni siquiera heroico como para representar nuestra salvación, no sirve para hallar el sentido de todo el mundo que nos circunda.
En el siguiente artículo te hablaremos de algunos ejemplos de filosofar y demostraremos cómo esta es una práctica en sí misma que nace con el ser humano y su necesidad de encontrar respuesta para todo aquello que puede sobrepasar su conocimiento o lo llena de admiración.
Filosofar es una actividad de lo más clásica y los ejemplos de filosofar no paran de ocurrir. No obstante, en su excentricidad radica el interés de practicar desde niños, bachillerato y en nuestra vida de adultos.
Filosofar no es modificar o cambiar algo material o inmaterial, es comprenderlo y allí radica su importancia y el propósito de los textos filosóficos. No se modifica en absoluto la verdad a nuestro entorno, sino que se cambia su comprensión y conocimiento, por lo cual son muchos los ejemplos de filosofar que podemos distinguir a diario.
Filosofar lo cual puede ser un sinónimo de pensar, sólo puede crear varias modificaciones referentes a cómo interpretar un objeto o realidad en sí misma, pero no lo modifica de ninguna forma. El arte, es un ejemplo de filosofar en sí mismo, pues nace de aquellos que para muchos no tiene definición alguna (abstracto) pero que para el artística compone un todo desde su propia interpretación ya que es él quien le encuentra sentido pleno.
Los individuos, por medio de la actividad de filosofar tienen la posibilidad de inclusive examinar, pensar sobre su propia vida, actos, interrelaciones personales, de qué forma su vida, actos están afectando su realidad y a quienes les rodean. Por ello, como ejemplos de filosofar, podemos decir que es el acto de pensar y realizarnos preguntas de un tema en específico: ¿por qué es de ese color?.
Ejemplos de filosofar en la vida cotidiana
A continuación, te mencionaremos ejemplos de filosofar en la vida cotidiana que podrán servirte para comprender mejor de qué estamos hablando cuando nos referimos a experiencias filosóficas.
La filosofía tiene la bonita capacidad de que la población describa al mundo, que tú piensas que ya conoces de una forma distinta. Uno de los ejemplos de filosofar más concretos en cuando tu percepción de algo cambia y exclamas: ¡Oh! Jamás lo pensé de aquel modo.
Puedes tener perspectivas diferentes sobre una misma cosa y de esto se trata, de la libertad de encontrar sentido. Entonces eres más independiente por tener más grandes posibilidades para lidiar con ciertos inconvenientes.
Como ejemplos de filosofar, un caso muestra podría ser una afirmación muy común: Estoy seguro de que todo va a estar bien ¿Qué significa estar seguro? ¿Cómo sabes que estás seguro?
De esta forma, en estas preguntas puedes tener una iniciativa muy general de quién eres, en qué crees y de qué se trata lo cual mencionas. En cualquier método que poseemos tenemos la posibilidad de descifrar esto de forma sencilla.
Los problemas o circunstancias de la vida diaria son una de los ejemplos de filosofar en la vida cotidiana. La filosofía puede realizar un papel decisivo en este proceso de instalación en la vida diaria, no pues ayudar a ajustarnos o desajustarse, sino ya que pone frente a nosotros mismos la vida diaria como problemas cotidianos.
Los seres humanos tenemos la necesidad de filosofar:
Al respecto, en las siguientes líneas mencionaré de las extraordinarias palabras de Karl Jaspers, Psiquiatra y Filósofo Alemán, dice que la filosofía mueve a todo hombre, dejó muy claro que no podemos escapar de ella. Entonces, el hombre tiene la posibilidad de ser considerados Filosófico debido a que posee como fin final la investigación del ser.
En definitiva, la filosofía es aquella concentración mediante la cual el hombre llega a ser él mismo, al hacerse participe de la realidad. Jaspers nos remite claramente a la vida humana, al hombre que en la filosofía va a intentar contestar, de alguna forma, a estas preguntas sobre su propia existencia.
A lo largo de la historia y en este afán por razonar todo se han establecido ciertos modelos o métodos cuyos autores han propuesto para entender lo que es esto de filosofar. En este sentido son muchos los textos de epistemología que han surgido desglosando diversas teorías.
Tenemos el modelo de Descartes quien afirmó un dualismo sustancial entre el alma y el cuerpo, rompiendo con la tradición aristotélica. Su declaración filosófica más conocida es "Pienso, luego existo. Lo radical de esta posición es la especie de individualismo que encierra, es decir, la filosofía para él no es un acto colectivo, sino que depende de sus propios pensamientos.
Por su parte la postura socrática: "Necesito a los demás para encontrar qué es lo justo, qué es lo bueno, qué es el bien común". Según Sócrates, el objeto de la filosofía es el de enseñar la virtud. El conocimiento de sí, fuente de la virtud, comienza por la duda: “Sólo sé que no sé nada”.
El método socrático tiene por objeto el descubrimiento de la “verdad” y esta en conjunto con el otro ciudadano que exige efectivamente desarrollar una serie de capacidades que no son naturales. Nadie nace con la capacidad de debatir, de dialogar, de consensuar, de discernir y de juzgar y de eso se trata filosofar.
Sin duda alguna es importante recuperar la practica filosófica en la cotidianidad, se trata de aprender a convivir, a respetar, a tolerar. ¿Te parece que es necesario filosofar? Yo creo que definitivamente sí. Cuando entras en el diálogo filosófico, lo haces queriendo entender cuáles son las razones que esgrime la persona que opina de manera diferente, entendiendo que la persona que opina de manera diferente a mí es mi colaborador.
Hoy en día estamos tan ensimismados que entendemos que una persona que opina de manera diferente a mí es mi enemigo al que hay que combatir. Por esta razón es preciso que tengamos mas ejemplos de filosofar en nuestra vida cotidiana, de escuchar al otro y encontrar razones de por qué piensa de esta u otra manera sin que esto implique emitir una descalificación a su persona.
No es una práctica fácil aprender a discernir, pero siempre se puede aprender, incluso mejorar la forma de enseñar filosofía a los otros para que no resulte tediosa o aburrida.
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