Curso de Higiénico Sanitario (Titulación Universitaria con 5 Créditos ECTS)
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En habitual que los términos de asepsia y antisepsia aparezcan ligados entre sí, pero la realidad es que guardan diferencias entre ambas y puede, en ocasiones, confundir. No obstante, los profesionales que saben esto tendrán clara la distinción entre los conceptos, teniendo como punto de discordia el destinatario final y el método de aplicación de estos procedimientos.
¿Nos acompañas a conocer todos los detalles sobre el concepto de asepsia y antisepsia? ¿Quieres descubrir las principales normas de asepsia y antisepsia?
La asepsia engloba una serie de procedimientos destinados a prever la introducción de gérmenes en un objeto, organismo o ambiente. A través de estos procedimientos, se pretende una contaminación por microorganismos reducida. Entre las técnicas asépticas más destacadas se encuentra:
La antisepsia se refiere a aquellos procedimientos que tienen como meta acabar o repeler microorganismos que pueden ser potencialmente infecciosos. El origen de los microorganismos se encuentra en la piel o las mucosas de los humanos.
En este contexto, la función de la antisepsia es doble: por un lado, trata de prever que estos gérmenes tengan presencia; y, por otro lado, una vez presentes, realizan una labor de exterminio de estos. De esta forma, se pretende evitar la infección o el agravamiento de problemas de salud del paciente. Las técnicas antisépticas emplean sustancias químicas como el alcohol, la clorhexidina, el iodo o componentes yodados.
Las técnicas de antisepsia habitualmente se catalogan entres grandes grupos:
Ahora que ya conoces qué es asepsia y antisepsia en enfermería, es momento de realizar una comparativa entre ambas técnicas para esclarecer su diferencia. ¿Cuál es la diferencia entre asepsia y antisepsia?
La asepsia es el procedimiento que elimina microorganismos en superficies y objetos; en cambio, la antisepsia lo realiza con microorganismos presentes en los seres vivos como la mucosa o la piel.
En este contexto, ambos conceptos son similares, con la única diferencia de la procedencia de estos organismos. Ahora bien, además de esta diferencia básica, estos conceptos se distinguen también por las diferentes técnicas que se aplican para la reducción o eliminación de los organismos.
La asepsia y la antisepsia deben ser aplicados en lugares donde la presencia de estos diferentes microorganismos es mayor. Más concretamente, los laboratorios, los hospitales o los negocios de alimentación serán los lugares de aplicación más habituales. El motivo se encuentra en la posibilidad de causar un peligro para la salud de las personas.
Aunque ya te hemos adelantado algunas técnicas de asepsia y antisepsia, es importante conocer cómo ejecutar cada uno de estos procesos para salvaguardar la salud y la integridad del paciente. A continuación, te contamos más sobre las medidas de asepsia y antisepsia que debes conocer:
TÉCNICAS DE ASEPSIA
La principal técnica de asepsia es el lavado de manos con agua y jabón o soluciones antisépticas antes y después de cualquier procedimiento quirúrgico o relacionado. Además de esta, es importante la esterilización mediante uso de calor, vapor o radiación. Así, se eliminan los microorganismos presentes en instrumentos quirúrgicos.
Otras técnicas de asepsia importantes son:
TÉCNICAS DE ANTISEPSIA
Por otro lado, existen numerosas técnicas de antisepsia que también deben llevarse a cabo para mantener la seguridad de los pacientes. La primera es la desinfección de la piel del paciente con productos como el alcohol al 70% o la clorhexidina. Antes de inyecciones, extracciones y cirugías, es importante aplicar estos productos sobre la zona.
Así, las principales técnicas de antisepsia son:
Como ves, la asepsia antisepsia desinfección y esterilización son dos de los procesos más comunes en estas intervenciones. Una antisepsia asepsia y desinfección correcta es fundamental para garantizar la seguridad del paciente.
Es fundamental conocer la historia de la asepsia y antisepsia para terminar de entender estos conceptos. Pues bien, en épocas pasadas las intervenciones quirúrgicas se realizaban en condiciones insalubres o donde las condiciones no eran las más adecuadas desde un enfoque higiénico. En este sentido, eran muchas las personas que fallecían como consecuencia de contraer enfermedades debido a ello.
Fue cuando Robert Koch investigó la posibilidad de las causas de estas muertes en los microbios o en organismos no perceptibles por el ojo humano cuando se comenzó a preocuparse por mantener la higiene en los centros hospitalarios o quirófanos.
Tenemos que remontarnos a la primera mitad del siglo XIX para conocer las primeras técnicas de asepsia, que con técnicas rudimentarias trataron de reducir la presencia de microorganismos perjudiciales para la salud humana. De esta forma, en 1881, de la mano de Charles Chamberland, se descubrió el que sería el primer esterilizador del mundo y que tenía como función la limpieza de utensilios y herramientas utilizadas en operaciones quirúrgicas.
El precursor de la asepsia era Gustav AdolfNeuber que en 1881 fundó la que sería la primera clínica que utilizaba la asepsia en el tratamiento de los pacientes. Entre las técnicas empleadas estaba la de higienizar todo el entorno que envolvía a las intervenciones quirúrgicas en cuanto a la sala, los instrumentos o utensilios, la higiene concienzuda del personal o el aislamiento de las habitaciones que la conformaban.
Cogiendo el testigo de quienes profundizaron en ambas técnicas, la práctica quirúrgica se lleva a cabo en condiciones de salubridad e higiene muy rigurosas. A la hora de acceder a un quirófano, son muchas las precauciones que se toman: el lavado de manos, la preparación del instrumental, la preparación del campo quirúrgico o el desarrollo de los procedimientos quirúrgicos tienen en cuenta multitud de factores que minimizan el riesgo de infección al máximo. En este contexto, organismos como la OMS establece recomendaciones en cuanto al lavado quirúrgico, los ensayos clínicos teniendo en cuanta cuestiones de higiene o el empaquetado, el transporte o el almacenamiento de productos y utensilios clínicos son un avance en la garantía de la salubridad en las salas quirúrgicas.
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De la Rosa Ramírez, A. M., & de la Rosa Garza, M. (2012). Normas básicas de asepsia y antisepsia. Urgencias médicas en odontología, 44.
Majano Fuentes, M. S. (2011). Conocimientos, actitudes y prácticas de asepsia y antisepsia en personal de enfermería, Centro de Salud José Dolores Fletes, Ocotal, Nueva Segovia. Nicaragua. Septiembre 2011.
Borges, A. (1998). Personal de Enfermería: Condiciones de trabajo de alto riesgo. Salud de los Trabajadores, 6(2), 113-119.
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